sábado, 4 de agosto de 2012
BLOGS PUBLICADOS POR JOSÉ ENRIQUE GALVÁN-DUQUE TAMBORREL
viernes, 6 de julio de 2012
VINCULO TAMBORREL & FERRARI
Después de mucho tiempo tratando de ubicar a algún descendiente de la rama Ferrari, tuvieron éxito mis pesquizas y logré cobtactar con Ruben Dario Ferrari Mora, bisnieto de Magdalena Tamborrel Siqueiros.
A continuación transcribo alguna correspondencia cruzada entre Ruben Dario y un servidor. Aclaro que el primer nomvre no lo usa regularmente, por lo que solamente hace referencia a Dario.
Martes 12 de abril de 2011
Hola estimado Darío:
RESPUESTA INMEDITA DE DARIO:
domingo, 3 de junio de 2012
Información enviada por Gerardo Galván-Duque Ortiz
Jerry te ha invitado a ver su álbum. Este álbum tiene 6 archivos.
Adjunto te envío algunas fotos de la familia entre 1920 y 1930.
La foto de la familia Galván Duque se tomó en abril de 1927 en un paseo que hicieron a Puebla. La foto tiene una leyenda que dice "20 minutos antes del accidente". Mi papá me contó que fueron en un autobús y que éste se volteó. De Izq a derecha son Alejandro Galván Duque, Jaime Galván Duque (de 11 años), Enrique, Hermelinda, María, no lo identifico, Isaura, Antonio?, Nelly, no lo identifico.
Las fotos de mi bisabuelo Alejandro, de mi abuela Isaura y de mi tía Hermelinda son de alrededor de 1920
La foto de Jaime Galván Duque de niño de 4 años es hacia 1920. En el reverso se indica que está acompañado por María Tamborrel o por mi tía Maruca.
La foto de Jaime Galván Duque de adolescente de 14 años es hacia 1930 en la casa de mi tío Antonio en la Colonia Roma
lunes, 9 de abril de 2012
Inspiración poética
Angélica
Recuerdos de abril
en flores y suspiros
y todos los amantes
sueñan pájaros, flores
Y nidos.
En las lilas rosadas,
del florido jardín,
charlan dos pajaritos
su alboroto infantil.
Junto al rosal, dos niños
dicen diminutivossin fin.........
En la luz de primavera se baña el mundo,
como un baño de rosas al atardecer.
Reverdece la vida como un lilar color de crepúsculo.
Reflorece vida suave, muy suavemente,
con caricias de brisa y sol, y nubes algodonadas.
Este aroma tan tenue que nos invade el cuerpo
como una gracia suave que nos bañara el alma,
es la voz de la vida que despierta para el amor.
Las voces infantiles se hacen más infantiles
bajo la gracia ingenua de estas mañanas azules y blancas.
Las charlas amorosas se hacen más sensitivas
en la limpieza fresca de estas tardes con flores.
Las voces de los pájaros en sus vuelos rizados
tienen la gracia clara de un ingenuo empezar.
El amor se remanga sin espasmos nerviosos
debajo de los azules más azules del cielo.
Es el amor más limpio; es el amor más puro,
es el amor más niño en la gracia intangible de la primavera.
Y la pasión, ¿dónde anda cuando hay rosas carnales
y brotar de capullos con lujuria de la vida?.
Andará volando su peregrinaje
por las almas sin cuerpo.
Primavera, estación de la vida, donde pára la vida su exceso
porque tiene besos, flores y pájaros,
y sonatas del aire, rimas sentimentales.
Se pára la vida sobre cosas. Se pára el amor sobre las cosas
y se limpia de toda la escoria de los nervios en las mañanas tibias
y en los atardeceres místicos de la primavera.
Primavera, pluma de cisne que suavizas el amor.......
Mayo de 2002
PIEDAD
En mi soledad, un solo recuerdo:
Angélica, bien mio de la lejana,
y a la vez en los recuerdos tan cercana,
añorada e inolvidable juventud
y tensa y dulce como una nota de flauta,
en la tarde que declina me llego a tus umbralesa
pedirte piedad.
La luz de tus caricias
me ilumina lejana
con un recuerdo impreciso
de pasadas piedades.
No lágrimas de fuego,
ni lágrimas de nieve,
ni lágrimas exaltadas hasta el delirio.
No es esto lo que voy a pedir.
Ruego al Señor, que al despertar me encuentre
siempre con tu recuerdo,
que sea todo el día en mi alma un aroma
de filial confianza.
Ruego al Señor, que la primera sonrisa de mis labios
sea para ti, como un beso prístino;
y la segunda, y la tercera, y las demás sonrisas
para nuestros hijos y todos nuestros semejantes.
¿Pensarás que te digo que quiera sonreírme
como quien se ha vestido sus ropas por la mañana?
No; que sea sincero; y mi sonrisa sea
la verdad tamizada.
como la que te ofrendo a ti, por la mañana:
franca, leal, sincera, que semeje
hablar: ¡Si yo pudiera te llevaría aquí dentro...!
Y aún más interna, aún más.
Que me recuerde a ti cuando sonrío
y al prójimo que me cruza sombrío en la calle,
y al cara de lirio, y al serio como un hito.
Diome Dios que al recordarte en el trajín del día
sea tu recuerdo como un plácido aroma
que me levante el pecho en un suspiro:
Gracias, por su recuerdo, Señor.
Diome Dios que al ver a la avispa
caída por el suelo,
y al gorrión en el alero del tejado
refrescándose con la brisa,
y al gusano multiplicando sus curvas,
y al árbol que se va desnudando,
sienta piedad por ellos,
y te eleve los ojos para decirte: ¡apiádate de mi!
Te he pedido piedad con un íntimo anhelo.
No vayas a creerte
que es oración de tópico, de los labios afuera.
--Tú debes sentirlo--.
Es el íntimo y último anhelo de lo que quiero ser.
Porque yo te confieso que no tengo piedad para mi.
Porque tú eres piadosa, porque yo soy tuyo...
--¡Anda, dame piedad!
PESCADOR
A medida que envejezco me doy cuenta
de que la vida se muerde la cola
y que otros poetas y otros pintores
ya no son competencia alguna.
El desafío es el cielo,el cielo
que todavía quiere ser descifrado,
con todo y que los astrónomos se esfuerzan
por escucharlo con sus inmensos oídos
eléctricos;
el cielo que nos murmura constantemente
los últimos secretos del universo;
el cielo que inhala y exhala
como si fuera el interior de una boca
del cosmos.
El cielo que es también la orilla de la tierra
y la orilla del mar también;
el cielo con sus muchas voces y ningún dios;
el cielo que encierra un mar de sonido
y nos trasmite un eco
como una ola contra un dique.
Poemas completos, diccionarios completos
enrollados en un trueno,
y cada atardecer una pintura abstracta,
y cada nube un libro de sombras
a través del cual vuelan libres
las vocales de las aves a punto de gritar.
Y el cielo está claro para el pescador,
si bien encapotado,
Él lo ve tal cual es:
un espejo del mar
a punto de caerle encima
en su bote de
madera en el horizonte oscuro.
Tenemos que pensar en él como poeta,
frente a frente con la vieja realidad de siempre,
donde no hay pájaros que vuelen antes de la
tormenta.
Y él sabe lo que se le viene,
antes del alba él es su mejor vigía,
escuchando el sonido del universo
y cantando sus avistamientos
de la tierra de los vivos.
QUIMERA
Lo más hermoso de la vida son las ilusiones de la vida. ¿Habrá menguado que a probar nos venga que está la dicha en la ilusión cifrada? Que son nuestras postreras ilusiones iguales en frescura a las primeras.
Ahora es que voy entendiendo por qué conforme se avanza en la vida y se va acercando la hora de la partida al viaje sin regreso, se aclara la mente, y las cosas y circunstancias vividas se ven de otro colar y se analizan desde otra perspectiva. ¿Será que Dios, con su inconmensurable bondad, nos brinda con ello la oportunidad de tranquilizar nuestro espíritu?; quizás sea así, así lo intuyo yo, y por ello hoy, en un momento sublime de mi existencia, pienso y digo: ¡Gracias Dios mío!
Pienso y escribo, escribo y pienso, se prenden muchos focos en la mente, fluyen las ideas y afloran los recuerdos, pero todo ello enmarcado amor, entrega, comprensión y tolerancia, valores que deben ser preponderantes en el transcurso y devenir de nuestra vida, pero que constantemente soslayamos.
Entre todos los pasajes de mi vida, el más sublime, el que está por encima de todos, el que ha moldeado mi existencia; el que aflora constantemente y envuelve mi espíritu en un milagro de amor, en todo lo que integra esa gran pasión del alma de la que Dios nos dotó para poder transitar por la vida con toda sus vicisitudes, fue, es y será mi amor por Angélica y los cuatro retoños con los que Dios lo bendijo.
Ella, Angélica, el tronco de mi vida, la madre de nuestros cuatro amados hijos, ha sido la que ha marcado la pauta de mi largo recorrer por la vida. Me llevan los felices recuerdos, que por ellos he vivido, como feliz realidad ha revivir mi devenir durante los días de inolvidables e inéditas emociones que transcurrieron desde el momento en que la conocí, y me embelesé, hasta que se convirtió en realidad nuestra unión espiritual.
Trasportado espiritual y virtualmente a aquellas semanas, días, horas, momentos...segundos de intensas emociones, escribo y pienso, pienso y escribo, lo que quizás sea mi último poema dedicado a ella. Angustia de un querer, un querer que siento mío, cercano, pero de lo cerca tan lejos; lejano, pero de lo lejos tan cerca.
Eres tú, virgen, llena de gracia,
porque de gracias Dios te formó;
tienen tus ojos color de mar
tiene tu pelo color de sol.
Tienes un tipo muy elegante;
cuerpo de reina, dulce la voz,
y tu epidermis es fina y blanca
más que la nieve del Septentrión.
Cuando en tus labios, al conocerte,
vi una sonrisa, me pareció
tu dentadura nido de perlas
entre una rosa de Jericó.
Ángel sin alas, que descendiste
de la sagrada linda región,
por ti los cielos vistieron luto,
por ti la tierra se engalanó.
Eres más bella que la esperanza,
más vaporosa que la ilusión;
y donde pones tu pie pequeño,
pone sus labios el casto amor.
Eres la reina de las hermosas,
porque Natura te concedió
tantos hechizos como cabellos
tiene tu pelo color de sol.
Eres más noble que el sacrificio:
interesante más que el pudor;
envidia causas a las mujeres,
pero a los hombres admiración.
Por eso, niña, cuando te canto
mis ilusiones, llorando estoy…
Perdona, virgen, si mis cantares
de tus encantos indignos son.
Para cantarte cual tú mereces,
preciosa esmeralda, quisiera yo
subir al cielo, robar su lira
al increado poeta Dios.
Gran Dios es amor y digno de admiración, así entre los hombres como entre las divinidades, por muchos y diversos motivos; pero, sobre todo, por su origen, porque es el más antiguo de los dioses. Amor es fuego sin arder; una herida que duele sin lamento; un gran contentamiento sin contento; un dolor que maltrata sin doler. Il le faut avouer, l’amour est un grand maître.
¡Salve, divino amor, del hombre vida, fuego dulce y fecundo, deidad amable, que a placer convida por todo el ancho mundo.
El misterioso encanto del primer amor consiste en que ignora que puede acabar cualquier día.