domingo, 19 de diciembre de 2010

Boda de mis padres 24/05/1924




Mis padres: Enrique Galván-Duque Martínez y Emma Tamborrel Suárez se casaron el 24 de mayo de 1924. Vivían todavía los padres de él: Alejandro Galván Duque y Ricarda Martínez Palomo, y de ella solamente su madre: Clamentina Suárez Vela. Festejaron su boda en la casa de mi tío Antonio Galván-Duque Martínez, ubicada en la esquina de las calles Tlaxcala y Tlacotalpan, en la Colonia Roma Sur de México, D.F. Como recuerdo de ese fausto acontecimiento, encontré es menú del banquete, conteniendo las firmas de algunos de los asistentes.

martes, 26 de octubre de 2010

OLORON SAINTE-MARIE, Francia

Envío de Marta Innocenti

 

He encontrado un video sobre Oloron Sainte-Marie, la ciudad donde nació nuestro antepasado Jean Tambourreé/Juan Tamborrel Casamayor, que fundador del linaje Tamborrel en Orizaba, Ver.  Es un lugar hermoso de la Francia.  Me place enviártelo para que lo incluyas en el árbol genealógico.

 

Ver el siguiente enlace:

 

http://www.youtube.com/watch?v=VQasu-b-IQk

 



domingo, 3 de octubre de 2010

Aventura en Orizaba




La cuna del linaje Tamborrel


En las fotos, Abajo: EL PICO DE ORIZABA.- Símbolo orizabeño. Derecha: Patio de la casa que habitaron Jean (Juan) Tambourreé (Tamborrel) Casamayor, Ana María Piñera Mosqueda e hijos.

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel



La geografía del Valle de Orizaba es ideal para personas como tú que aceptan retos estilo MD: deslizarte por la tirolesa, pedalear por las montañas y barrancas de Magdalena, navegar en kayak por el río Atoyac, volar en parapente sobre la sierra de Chicahuaxtla, así como escalar en roca y realizar interesantes caminatas descubriendo a tu paso montañas, ríos y cascadas



Quien ha ido a Veracruz siempre queda sorprendido por el tramo de la autopista de cumbres de Maltrata, la cual durante milenios ha sido un escalón entre el Golfo de México y la altiplanicie poblana. Aquí atravesaba la ruta prehispánica por donde transitaron los olmecas hacia el centro de México. Esta antigua ruta aún sigue vigente, sólo que ahora los viajeros manejan por la autopista México-Veracruz, tramo invadido generalmente por neblina donde las curvas zigzaguean. Las panorámicas que ofrece son espectaculares, sin duda es una de las carreteras más bellas del país, la cual en esta ocasión nos llevó a descubrir las maravillas naturales y culturales del Valle de Orizaba.



Orizaba



Es una de las ciudades más antiguas del estado y cuenta mil historias en sus puentes, sus calles, iglesias y monumentos. Está en una región exuberante llena de manantiales. Hoy es una importante ciudad industrial gran productora de café y caña. El ecoturismo y los deportes de aventura están atrayendo a cada vez más viajeros, quienes buscan descubrir y disfrutar de las bellezas naturales. Así que después de conocer la ciudad, lánzate a los alrededores con nosotros a un sinfín de actividades.



Parque Nacional Pico de Orizaba



El valle de Orizaba se localiza a los pies del volcán más alto de México, conocido como el Pico de Orizaba o Citlaltépetl (5,813 metros). El primer ascenso registrado a la cumbre fue realizado por una expedición del ejército norteamericano en 1848. Ascender este volcán requiere de entrenamiento previo en alta montaña, buena condición física y una excelente aclimatación a la altura. El equipo completo no debe de faltar: crampones, piolet y cuerda, ya que tendrás que atravesar el Glaciar de Jamapa, el cuerpo de hielo más grande del país. Para ascender se pueden elegir rutas de diferentes grados de dificultad, las más conocidas son el Perfil del Diablo, en la cara sur; la Ruta Norte, y la Ruta Espinoza, en la cara occidental; y el Filo del Chichimeco, en la oriental.



Cara sur del Pico de Orizaba



Esta ruta se lleva acabo en dos días, uno de aproximación y otro de ascenso. En el primer día salimos de Orizaba rumbo a la Sierra Negra, pasamos por los poblados de Magueyes, Paso Carretas, San Antonio Atzizintla y Texmalaquilla. En esta Sierra (colindante con el estado de Puebla) está el Gran Telescopio Milimétrico, uno de los más potentes del mundo. Posteriormente llegamos hasta la Cueva del Muerto, localizada a 4,300 metros, donde dejamos el vehículo doble tracción para caminar tres horas aproximadamente hasta llegar al albergue "Fausto Gonzáles Gomar", a 4,700 metros. En el segundo día, por la madrugada, se inicia el ascenso que lleva de cinco a seis horas hasta alcanzar la cumbre.



Escalada en roca



La zona para practicar este deporte, Santa Catarina, está a sólo diez minutos de Orizaba. Por su cercanía con Puebla y la ciudad de México es la mejor alternativa para escalar con cierta frecuencia en roca caliza (con múltiples grietas, extraplomos y fisuras para principiantes y expertos). Hay rutas armadas con plaquetas desde 5.8 hasta 5.13, en la escala de dificultad. Para los principiantes se instala una cuerda en yo-yo, sistema que brinda seguridad y confianza para realizar cualquier movimiento.

Bicicleta de montaña



Las montañas que rodean Orizaba son perfectas para este deporte. Una de las rutas más conocidas entre los ciclistas y corredores del rumbo es la de las barrancas de Magdalena. Es de nivel intermedio, en la que pedalearás a través de verdes cañaverales hasta llegar al poblado de Ixtaczoquitlán, donde puedes visitar y bañarte en el Balneario de los Sifones. Después la ruta te llevará a pedalear entre cafetales, y luego a los manantiales de Tlilapan, Matzinga y a los poblados de Rafael Delgado y Jalapilla hasta llegar a lo más alto, Tonalixco, donde podrás disfrutar de una espectacular vista de la ciudad de Orizaba. El paseo finaliza en San Juan del Río y las instalaciones de la hidroeléctrica, donde podrás deslizarte por la tirolesa más larga de México.



Tirolesa en el cañón del Río Blanco



Está en el libramiento a Orizaba, en el lugar turístico conocido como "los 500 escalones". Desafiando al vértigo y al vacío te puedes deslizar a lo largo de los 276 metros de cable, atravesando el cañón, a una altura de 110 metros.



Río Atoyac



La mejor forma de explorar esta zona es remando en kayak por sus azules aguas. Este era un sitio sagrado para los antiguos totonacas, quienes ofrecían sacrificios a su dios Tláloc para tener buenas cosechas. En esta poza el maestro Francisco Beverido, del Instituto de Antropología de la Universidad Veracruzana, encontró y dirigió el rescate de un yugo de piedra profusamente labrado, el cual se exhibe actualmente en el museo de la ciudad de Córdoba.



Vale la pena entrar a la caverna, en cuyo interior se puede observar como el río subterráneo corre con toda su fuerza a través de túneles hasta salir al exterior y formar la paradisiaca poza y el río.



Vuelo en parapente



Experimenta la magia y emoción del vuelo libre en Orizaba, donde puedes realizar un vuelo Tandem. Se lleva acabo en compañía de un instructor, quien lleva el control y tú sólo disfrutas de un placentero vuelo sobre las montañas de la sierra de Chicahuaxtla. Si te gusta mucho, entonces puedes tomar un curso y desplegar tus propias alas. Si ya eres piloto de parapente, en las montañas y cerros que rodean Orizaba existen varios despegues de diferentes grados de dificultad para la práctica del vuelo libre. El más importante es el del cerro de San Juan, donde desde hace nueve años el club Vuelo sin Límites de Orizaba organiza el Festival del Aire, donde se dan cita los mejores pilotos de parapente del país. En esta zona se puede volar todo el año.



En este viaje puedes atravesar el cuerpo de hielo más grande del país, el Glaciar de Jamapa.



La coloración azul turquesa del río Atoyac se debe a los sedimentos que arrastra del interior del cerro.




Aventura en Orizaba

La cuna del linaje Tamborrel

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

La geografía del Valle de Orizaba es ideal para personas como tú que aceptan retos estilo MD: deslizarte por la tirolesa, pedalear por las montañas y barrancas de Magdalena, navegar en kayak por el río Atoyac, volar en parapente sobre la sierra de Chicahuaxtla, así como escalar en roca y realizar interesantes caminatas descubriendo a tu paso montañas, ríos y cascadas

Quien ha ido a Veracruz siempre queda sorprendido por el tramo de la autopista de cumbres de Maltrata, la cual durante milenios ha sido un escalón entre el Golfo de México y la altiplanicie poblana. Aquí atravesaba la ruta prehispánica por donde transitaron los olmecas hacia el centro de México. Esta antigua ruta aún sigue vigente, sólo que ahora los viajeros manejan por la autopista México-Veracruz, tramo invadido generalmente por neblina donde las curvas zigzaguean. Las panorámicas que ofrece son espectaculares, sin duda es una de las carreteras más bellas del país, la cual en esta ocasión nos llevó a descubrir las maravillas naturales y culturales del Valle de Orizaba.

Orizaba

Es una de las ciudades más antiguas del estado y cuenta mil historias en sus puentes, sus calles, iglesias y monumentos. Está en una región exuberante llena de manantiales. Hoy es una importante ciudad industrial gran productora de café y caña. El ecoturismo y los deportes de aventura están atrayendo a cada vez más viajeros, quienes buscan descubrir y disfrutar de las bellezas naturales. Así que después de conocer la ciudad, lánzate a los alrededores con nosotros a un sinfín de actividades.

Parque Nacional Pico de Orizaba

El valle de Orizaba se localiza a los pies del volcán más alto de México, conocido como el Pico de Orizaba o Citlaltépetl (5,813 metros). El primer ascenso registrado a la cumbre fue realizado por una expedición del ejército norteamericano en 1848. Ascender este volcán requiere de entrenamiento previo en alta montaña, buena condición física y una excelente aclimatación a la altura. El equipo completo no debe de faltar: crampones, piolet y cuerda, ya que tendrás que atravesar el Glaciar de Jamapa, el cuerpo de hielo más grande del país. Para ascender se pueden elegir rutas de diferentes grados de dificultad, las más conocidas son el Perfil del Diablo, en la cara sur; la Ruta Norte, y la Ruta Espinoza, en la cara occidental; y el Filo del Chichimeco, en la oriental.

Cara sur del Pico de Orizaba

Esta ruta se lleva acabo en dos días, uno de aproximación y otro de ascenso. En el primer día salimos de Orizaba rumbo a la Sierra Negra, pasamos por los poblados de Magueyes, Paso Carretas, San Antonio Atzizintla y Texmalaquilla. En esta Sierra (colindante con el estado de Puebla) está el Gran Telescopio Milimétrico, uno de los más potentes del mundo. Posteriormente llegamos hasta la Cueva del Muerto, localizada a 4,300 metros, donde dejamos el vehículo doble tracción para caminar tres horas aproximadamente hasta llegar al albergue "Fausto Gonzáles Gomar", a 4,700 metros. En el segundo día, por la madrugada, se inicia el ascenso que lleva de cinco a seis horas hasta alcanzar la cumbre.

 Escalada en roca

La zona para practicar este deporte, Santa Catarina, está a sólo diez minutos de Orizaba. Por su cercanía con Puebla y la ciudad de México es la mejor alternativa para escalar con cierta frecuencia en roca caliza (con múltiples grietas, extraplomos y fisuras para principiantes y expertos). Hay rutas armadas con plaquetas desde 5.8 hasta 5.13, en la escala de dificultad. Para los principiantes se instala una cuerda en yo-yo, sistema que brinda seguridad y confianza para realizar cualquier movimiento.

Bicicleta de montaña

Las montañas que rodean Orizaba son perfectas para este deporte. Una de las rutas más conocidas entre los ciclistas y corredores del rumbo es la de las barrancas de Magdalena. Es de nivel intermedio, en la que pedalearás a través de verdes cañaverales hasta llegar al poblado de Ixtaczoquitlán, donde puedes visitar y bañarte en el Balneario de los Sifones. Después la ruta te llevará a pedalear entre cafetales, y luego a los manantiales de Tlilapan, Matzinga y a los poblados de Rafael Delgado y Jalapilla hasta llegar a lo más alto, Tonalixco, donde podrás disfrutar de una espectacular vista de la ciudad de Orizaba. El paseo finaliza en San Juan del Río y las instalaciones de la hidroeléctrica, donde podrás deslizarte por la tirolesa más larga de México.

Tirolesa en el cañón del Río Blanco

Está en el libramiento a Orizaba, en el lugar turístico conocido como "los 500 escalones". Desafiando al vértigo y al vacío te puedes deslizar a lo largo de los 276 metros de cable, atravesando el cañón, a una altura de 110 metros.

Río Atoyac

La mejor forma de explorar esta zona es remando en kayak por sus azules aguas. Este era un sitio sagrado para los antiguos totonacas, quienes ofrecían sacrificios a su dios Tláloc para tener buenas cosechas. En esta poza el maestro Francisco Beverido, del Instituto de Antropología de la Universidad Veracruzana, encontró y dirigió el rescate de un yugo de piedra profusamente labrado, el cual se exhibe actualmente en el museo de la ciudad de Córdoba.

Vale la pena entrar a la caverna, en cuyo interior se puede observar como el río subterráneo corre con toda su fuerza a través de túneles hasta salir al exterior y formar la paradisiaca poza y el río.

Vuelo en parapente

Experimenta la magia y emoción del vuelo libre en Orizaba, donde puedes realizar un vuelo Tandem. Se lleva acabo en compañía de un instructor, quien lleva el control y tú sólo disfrutas de un placentero vuelo sobre las montañas de la sierra de Chicahuaxtla. Si te gusta mucho, entonces puedes tomar un curso y desplegar tus propias alas. Si ya eres piloto de parapente, en las montañas y cerros que rodean Orizaba existen varios despegues de diferentes grados de dificultad para la práctica del vuelo libre. El más importante es el del cerro de San Juan, donde desde hace nueve años el club Vuelo sin Límites de Orizaba organiza el Festival del Aire, donde se dan cita los mejores pilotos de parapente del país. En esta zona se puede volar todo el año.

En este viaje puedes atravesar el cuerpo de hielo más grande del país, el Glaciar de Jamapa.

La coloración azul turquesa del río Atoyac se debe a los sedimentos que arrastra del interior del cerro.

 

 

sábado, 11 de septiembre de 2010

INFORMACIÖN DE MARTA INNOCENTI ROWE,

Las investigaciones de Marta Innocenti Rowe (hija de Elsie Rowe Tamborrel)
 
Producto de sus  investigaciones, las cuales realiza con sumo interés y pasión.  Admirable su actuar, sobre todo considerando que sus investigaciones las realiza desde Bolonia, Italia, lugar en donde ella radica. 

 

Martita ha aportado muchos datos importantes de nuestros ancestros, mismos que ya están consignados en el árbol.  Gracias Martita, eres un tesoro.

 

Pues bien, entrando en materia, Marta me acaba de enviar los datos siguientes, que transcribo tal cual ella me los mandó, mismos que consignaré de inmediato.

 

Querido Enrique,

 26/Ago./2010, 09:58 hrs.  

He añadido al árbol el hijo de Magdalena Tamborrel Siqueiros y Fernando Ferrari Pérez, José Darío, que había encontrado en los registros de la población, y la fecha de nacimiento de Magdalena. Quería también precisar que Magdalena y Fernando se casaron el 5 octubre 1881, pero Genoom no me dio la posibilidad, no sé por qué.

Además Genoom no me autoriza a editar Fernando Ferrari Pérez. Así no pude añadir sus padres, Luis Ferrari y Vicenta Pérez, y el hecho que era un ingeniero y un naturalista muy renombrado. Quieres hacerlo tu?

Espero que te encuentres bien. Sigo con interés y admiración los múltiples progresos del árbol!

Un saludo muy cariñoso

MARTA

 



lunes, 26 de julio de 2010

CARLOS TAMBORREL VÁZQUEZ, desde Monterrey, N.L., Informa:

Primeramente es un honor y un gusto el ver lo que has hecho con el apellido Tamborrel en tu pagina me la enseno mi hijo en la Mariana y seguido como no se como empezar y por quien dado a que la mayoría de las historias de los Tamborrel me las ha contado Eduardo Miranda Tamborrel el hijo de la magua Tamborrel Gavaldón.

Te quiero pasar el nombre de los que me se muy bien y que hemos hechos en nuestras vidas, como sabes mi abuelo era Carlos Tamborrel Gavaldón, mi abuelo se caso con María Luisa Nieto y tuvo a Carlos Tamborrel nieto el burro y magua Tamborrel nieto, mi papa se caso con Lourdes Vázquez santa ella y nacimos, Lourdes Tamborrel Vázquez, Carlos Tamborrel Vázquez, Luis Tamborrel Vázquez y Lorena Tamborrel Vázquez.

 .
 Lourdes la mayor que vive en Querétaro  se caso con Eleuterio Zamanillo y tiene una hija  de 20 anos que esta estudiando comunicación en la Ibero Mexicana que se llama Lourdes Zamanillo Tamborrel.

Tu SERVILLETA que vivo en monterrey me case con una regiomontana mi Sylvia Macías Alanís y tuvimos a Sylvia Tamborrel Macías 29 , Carlos Tamborrel Macías 27 y mi mariana Tamborrel Macías 20 anos , mi hija Sylvia se caso en una boda hermosa con Arturo Lozano , y ya tuvieron a mi nieta que es Sylvia Lozano Tamborrel.

Luis mi hermano que vive en Houston se caso con Gabriel del rio y tuvo 2 hijas , Ahiri Tamborrel del rio 30 que se caso con Daniel Merlo uno de los chabos de mercurio y viven en Houston y han tenido 4 hijos , André Merlo Tamborrel 7 Jjiancarlo merlo Tamborrel 5, Daniel Merlo Tamborrel 10 meses y Christiane merlo Tamborrel 10 meses son gemelas.

La otra hija de Luis es Jovana Tamborrel del rio y se caso Matías Bulox un argentino viven en Houston, y han  tenido dos hijos , Alejandro Bulox Tamborrel 5 y Mía Bulox Tamborrel de 1 ano

Mi hermana Lorena que vive en Los Ángeles se caso con Amar Boubes y tuvo dos hijos , Carla Boubes Tamborrel  27 y Danny Boubes Tamborrel 18.


 De nuevo me da mucho gusto que estemos haciendo esto para que se una mas la familia  ahora si deseas mas informacion como logros , etc, por lo que vien tu blog tu me indicas y te escribo mas.

 ....



domingo, 21 de febrero de 2010

Personajes notables que son parte del linaje familiar o están vinculados a el.


 

I.  Joaquín Mendizábal Tamborrel

II. Mariano Samaniego

III. Jesús Urueta Siqueiros

IV. José María Pino Suárez

V. Felipe Gómez Mont

 



 

 

I. Joaquín de Mendizábal Tamborrel

Joaquín de Mendizábal Tamborrel (1852-1926), ingeniero topógrafo mexicano.

Nació en Puebla (Puebla). Fue el primer mexicano en recibir el título de geógrafo (1883). Trabajó como astrónomo en el Observatorio Nacional de Tacubaya (1883-1885) y participó en la Comisión de Límites con Guatemala (1891-1905). Enseñó cálculo infinitesimal, astronomía y geodesia en el Colegio Militar (1883-1891), matemáticas en la Escuela Nacional de Agricultura (1906-1920), cosmografía en la Escuela Nacional Preparatoria (1918-1924) y física en la Escuela Naval (1925). Representó a México en diversos congresos internacionales de matemáticas, geodesia, pesas y medidas, meteorología, geografía y física. Escribió La reforma del calendario (1889), Nueva fórmula del binomio de Newton (1890), Tablas logarítmicas de ocho decimales (1891), La división decimal del ángulo y del tiempo (1894), Posiciones geográficas del Estado de Yucatán determinadas astronómicamente (1908), Errata en las tablas de logaritmos de Duffield y antropométricas de Furst (1920) y Posiciones astronómicas de varios lugares de la República Mexicana (1929). Murió en la ciudad de México.

Sus padres fueron: José Mendizabal (poblano) y Manuela Tamborrel Piñera.




 

II. Mariano Samaniego

Nació en julio de 1831 en Bavispe, estado de Sonora, y fue gobernador de Chihuahua

Poco o casi nada se sabe de la niñez de Mariano Samaniego, Almada refiere que nació en julio de 1831 en Bavispe, estado de Sonora, siendo hijo de Florentino Samaniego y Josefa Delgado y que a los 19 años llegó a establecerse a la Villa del Paso del Norte, pero en ocasión de su matrimonio, Fernando Samaniego, hermano menor de Mariano, en enero de 1862 declaraba haber nacido en Bavispe y que desde muy niños habían llegado a vivir a Paso del Norte.[1][1][1][3]                     

    Sobre la posición social de la familia Samaniego Delgado es fácil inferir que, a pesar de ser una época de penurias para la mayor parte de los habitantes del norte mexicano -resaltadas por el reinicio sangriento de las incursiones de apaches y comanches hacia las poblaciones mestizas a partir de la década de 1830-, se encontraba desahogada económicamente pues tuvo los recursos suficientes para enviar al joven Mariano a "[... terminar] sus estudios profesionales en la ciudad de París [... donde] se graduó [como...] doctor en Medicina y Cirugía el 30 de mayo de 1859".[1][1][2][4] El que haya ido a terminar a Francia su carrera, según Almada, significa también que antes la hubiese iniciado; probablemente el joven Mariano haya pasado a la ciudad de Chihuahua, en la Casa de Estudios sostenida por el Gobierno del Estado, antecedente del Instituto Científico y Literario, donde se realizaban estudios equivalentes a lo que ahora es el bachillerato y sólo la carrera profesional de derecho o jurisprudencia,[2][2][3][5] de la que salieron muchos de los abogados que actuaron en el estado durante la segunda mitad del siglo. Sólo podría haber validado sus antecedentes para poder entonces cursar la carrera de medicina la que quizá hizo completa en París.

    A partir de su regreso al Paso del Norte, Mariano Samaniego participó una larga carrera de servicio a la población a través de la medicina, del comercio y de la política; actividades que fueron truncadas sólo con su muerte, acaecida el 2 de octubre de 1905, a la edad de 74 años. Antes de iniciar con este trabajo sobre Mariano Gil Samaniego, se debe aclarar que esta no es sólo su biografía, sino el recuento del acontecer en la vida fronteriza durante la época que le tocó vivir.

 

 El principio del camino

 

    La vida de Mariano Samaniego representa la de la primera generación que dirigió los destinos de la Villa del Paso del Norte una vez que se convirtió en puesto fronterizo internacional. Samaniego, en este sentido, es tan sólo uno de esos hombres que se enfrentaron a la cruda realidad de tener, de la noche a la mañana, a la puerta de su casa, la línea que divide a México de los Estados Unidos pero que, después de reponerse de la sorpresa dada por la firma de los Tratados de Guadalupe Hidalgo, gracias a los cuales la República Mexicana cedía más de la mitad de su territorio a su vecino norteño, tuvieron que emprender una serie de actividades políticas y económicas para sobrevivir y tratar de elevar los niveles de vida de la sociedad a la que pertenecían.

    Samaniego también forma parte de la generación de Joaquín y Luís Terrazas, de Inocente Ochoa, de Jesús Escobar y Armendáriz, de Félix Francisco Maceyra, de Manuel de Herrera, de Celso González, de Angel Trías hijo y de Jesús Muñoz, todos ellos con trayectorias fundamentales para la vida política y económica de Chihuahua en la segunda mitad del siglo pasado.

    Antes de dedicarse al estudio de la medicina, es posible que Mariano Samaniego haya sido testigo presencial del conflicto entre México y los Estados Unidos. Por Paso del Norte cruzaron las fuerzas del general Doniphan a tomar la plaza de Chihuahua, a lo que se opusieron, en la medida de sus posibilidades, los habitantes del poblado ribereño, entre ellos el párroco del lugar, Ramón Ortiz de quien se decía era tío de Samaniego.[3][3][1][6]

    En junio de 1846, Sebastián Bermúdez, prefecto de Paso del Norte, informaba sobre la organización de milicias civiles para contener la invasión norteamericana, al mando del coronel José Ignacio Ronquillo. Bermúdez, Ronquillo y el padre Ortiz se dedicaron a reclutar gente de todo el valle y, al mes siguiente, una columna de 380 "soldados" al mando del coronel Mauricio Ugarte, partió con rumbo a Socorro, cerca de Santa Fe, para enfrentarse a las fuerzas de Phillip Kearny que hostigaban al gobernador de Nuevo México, Manuel Armijo; los resultados no fueron alentadores puesto que los agresores doblaban en numero a los milicianos mexicanos y Armijo, junto con sus hombres y los del coronel Ugarte, partieron rumbo a Paso del Norte y de allí a El Carrizal, dejando libre la entrada a los invasores que llegaron hasta la capital del estado.[4][4][2][7]

    Durante el conflicto armado, el Paso del Norte funcionó como cárcel para los prisioneros de guerra tomados por el ejército mexicano en su campaña contra los texanos que intentaban azuzar a los colonos de Nuevo México y lograr su independencia de México; el padre Ramón Ortiz sería el encargado de ver por 180 prisioneros a los que atendió como pudo, convirtiendo a la parroquia en taller de costura y gran cocina para proporcionar lo indispensable a tanta gente.[5][5][3][8]

    Después de enfrentarse con tropas extranjeras, la gente de Paso del Norte hubo de participar en el acomodo de cientos de familias que prefirieron seguir dentro de territorio mexicano para lo cual, tendrían que emigrar hacia el sur, dejar sus antiguas posesiones en Texas, Nuevo México, Arizona o California y reiniciar la vida al sur de la nueva frontera internacional.[6][6][4][9] Un papel importante lo jugó nuevamente el padre Ortiz al ser comisionado por el gobierno mexicano para encargarse de la reubicación de los inmigrantes procedentes del norte; los lugares elegidos para la información de nuevas colonias fueron La Mesilla,[7][7] [5] [10] además de San Ignacio y Guadalupe, en lo que ahora se conoce como el Valle de Juárez.[8][8][6][11] Los años posteriores a la guerra contra los Estados Unidos fueron de pesadilla para los habitantes de esta porción del estado de Chihuahua; las rutas comerciales con dirección norte-sur fueron súbitamente cortadas, la razón de ser del Paso del Norte se perdió de tajo y hubo que adecuarse a los nuevos tiempos. Ya no funcionaría como centro de abasto para los comerciantes que viajaban entre Chihuahua y Santa Fe, además, llegaron decenas de familias que pasaron a ocupar los alrededores del poblado y las mercancías necesarias para esa gente, por lo general de bajos recursos, no llegaban con la frecuencia ni en la cantidad suficiente. Ni siquiera la gran tienda de don Rafael Velarde, el más grande de los comerciantes del lado mexicano, desde los primeros años del México independiente, era capaz de satisfacer las necesidades de todo el mundo.

    La región se revitalizó de manera temporal por dos hechos significativos; el principal, al retomar El Paso su función de cruce de caminos, esta vez con los que tenían dirección este-oeste, de gran importancia a partir de la fiebre del oro en California. Paso del Norte y Franklin City (nombre dado a la población del lado texano en la década de 1850) fueron punto obligado para acampar por los emigrantes que se dirigían hacia la costa del Pacífico;[9][9] [7] [12] aunado a lo anterior y como complemento para las rutas de migración, el ejército norteamericano determinó establecer en los alrededores un puesto militar para la protección de los viajeros contra las acciones de los apaches que aumentaban de manera considerable.

    Por otro lado, las antiguas y nuevas comunidades mexicanas asentadas a las orillas del río Bravo, lograron constituir '"una fuerte base agrícola (que) les permitió subsistir" a pesar de los problemas de abasto, inundaciones y fuertes cargas impositivas por parte de los gobiernos local y federal.[10][10][8][13] Pero no todo fue bien, a finales de la década de 1850, mientras Samaniego radicaba en Francia, la crisis hizo mella entre la población del Paso del Norte y de la región en general. El Eco de la Frontera informaba el 22 de abril de 1856 de una fuerte migración hacia los Estados Unidos debida a la incosteabilidad de la agricultura y la ganadería, el desabasto, los altos impuestos para importar mercancías y el maltrato de los guardias aduanales.[11][11][9][14]

 

  En medio de dos conflictos

 

    A su regreso a Paso del Norte, Samaniego se integró por completo a la vida política de la región, pero antes que otra cosa sucediera, contrajo matrimonio a finales de 1860 con Carmen Siqueiros Sarvide, hija de don Leonardo Siqueiros[12][12] [10] [15] y doña Ignacia Sarvide; en 1861, dos años después de haberse graduado en París, ya fungía como diputado suplente de don Bernardo Revilla ante el II Congreso estatal.[13][13][11][16] Pero su ascendencia con la gente fue factor fundamental para ser elegido jefe político del cantón Bravos, con cabecera en Paso del Norte, en 1862, para un periodo de dos años. Al mismo tiempo que máxima autoridad política de la región, fue elegido nuevamente diputado suplente -ahora teniendo como propietario al licenciado José María Jaurrieta- para formar la III Legislatura del estado. Todos estos puestos públicos a los que llegó don Mariano antes de los 35 años de edad, los ejerció al mismo tiempo que transcurrían los eventos de la Intervención Francesa el Imperio de Maximiliano, años en los que el presidente de la república, Benito Juárez, pudo participar directamente en las decisiones de la política local.

    Otro evento que tuvo repercusiones para la población fronteriza fue la guerra civil norteamericana (1861-1865) ya que el occidente de Texas, a pesar de ser geográficamente zona de la Confederación de Estados Sureños, pronto fue controlado por el ejército de la Unión al mando del general Carleton. Las residencias de Samaniego, Inocente Ochoa, del padre Ortiz y de Rafael Velarde en Paso del Norte, fueron sede de fastuosas fiestas y recepciones para los militares unionistas, quienes a su vez, ofrecieron todo tipo de apoyos durante la estancia de Juárez en la frontera, para su enfrentamiento contra los invasores franceses.[14][14][12][17]

    Las actuaciones tanto de Mariano Samaniego e Inocente Ochoa, así como la de don Rafael Velarde durante la guerra de secesión estadouni­dense, la lucha contra los apaches y la invasión del ejército francés a México, les permitieron entablar una fuerte base de relaciones con los militares del ejército de la Unión así como con los líderes del movimiento liberal a nivel nacional y con los guías de la política estatal, con las cuales lograron posiciones envidiables por lo menos dentro de la política regional durante el resto del siglo.

    Una vez finalizado el conflicto contra los franceses y los conservadores mexicanos, el doctor Samaniego fue electo diputado federal suplente en 1867. En este caso, los habitantes de Paso del Norte habían lanzado a Benito Juárez como candidato propietario a la diputación federal:

    Para esta elección hubo una combinación general acordando nombrar a usted de propietario en clase de diputado, porque el partido orteguista (seguidores de González Ortega, opositor al nombramiento de Juárez como presidente de la República), cuya cabeza es don Juan Ruiz, ha asegurado que no resultará usted con votos para Presidente, más que en dos o tres estados de la frontera y uno que otro voto en el interior. Pues bien, los más de los habitantes de El Paso (del Norte) que deseamos, permítaseme esta libertad, dar a usted cuantas pruebas de simpatías y de consideración nos fue posible y que si fuese dable en el orden constitucional que no hubiese más que una autoridad suprema, ésta sería usted porque, en nuestra opinión, esto exige la justicia; considerando que fuese posible el caso de que no saliese usted nombrado Presidente de la República, quisimos tener el honor de tener en el Congreso un ciudadano como usted que conoce de vista este lugar y sus necesidades sociales.[18]

    La segunda mitad de 1867 representa para el poblado de Paso del Norte un grave cambio en la composición de fuerzas políticas. En el mes de julio falleció en la ciudad de Chihuahua, víctima de un accidente, el rico comerciante don Rafael Velarde, que si bien no cumplía con cargo alguno en ese tiempo, había sido jefe político en dos ocasiones, además de haber ocupado un escaño en el Congreso del Estado como suplente del licenciado Juan N. Urquidi en 1861-1862. Pero la importancia real de Velarde en la vida del Paso del Norte había ido más allá de los puestos públicos, era a tal grado influyente que fue organizador de la bienvenida a Benito Juárez a la frontera, durante su peregrinaje por Chihuahua, haciendo los preparativos por encima del jefe político José María Uranga y del administrador de la Aduana Fronteriza, Juan N. Zubirán. Almada refiere también que don Rafael Velarde otorgó préstamos al gobierno encabezado por Juárez, durante su estancia en el Paso del Norte, hasta por $4,775.50,[15][15] [13] [19] con lo cual se afianza la idea de que era uno de los comerciantes mejor acomodados de la región.

    La muerte de Velarde en 1867 significó que se hayan "seguido sucediendo males de grande magnitud para este pueblo, debido todo a que, [...], se entronizó en este lugar el partido de la oposición a todo bien general [...]", representado por Inocente Ochoa y Juan Ruiz.[16][16][14][20] Al otro lado de la política estaban personajes que también habían actuado cerca de Juárez durante la estancia de éste en el Paso del Norte: Mariano Samaniego, José María Uranga, Juan N. Zubirán,[17][17] [15] [21] Joaquín Álvarez,[18][18] [16] [22] José María Maese y Pedro S. Rey.

    Es muy probable que don Rafael Velarde jugara un papel preponderante en la correlación de fuerzas dentro de la comunidad fronteriza, puesto que su muerte fue el inicio de una serie de problemas entre los vecinos más influyentes. Los conflictos se sucedieron a lo largo de más de una década hasta el comienzo de los años ochenta, cuando se dio una especie de pacto entre las distintas fuerzas económicas y políticas de la frontera para presentar frente común a la nueva situación creada por la pronta llegada del ferrocarril a las anteriormente olvidadas sierras del norte del estado de Chihuahua.

 

  La diputación federal, la acequia madre y el clero

 

    Dentro de la elección para diputado federal en octubre de 1867, no dejó de haber componendas y maniobras oscuras; en la carta citada al presidente Juárez, Joaquín Álvarez acusa a Juan Ruiz y a Inocente Ochoa[19][19] [17] [23] de intrigas para cambiar la candidatura del suplente que, en un principio sería don Jesús Escobar y Armendáriz, a favor del doctor Mariano Samaniego. Según el señor Álvarez, Samaniego jugaría por la jefatura política del distrito Bravos en elecciones posteriores, cosa que no convendría a los intereses de Ruiz y Ochoa, que pretendían manipular las concesiones otorgadas por el gobierno federal para la construcción de una presa y una acequia en beneficio de los agricultores de la población; el objetivo de tener a Samaniego en la ciudad de México como diputado federal era mantenerlo alejado de las decisiones sobre las obras. Para finalizar, Álvarez solicitaba a Juárez pusiera en conocimiento de Samaniego, que estaba en la capital del país en esos días, de las maniobras y además, le otorgara licencia para estar al frente de la jefatura o, en su caso, para que no tenga dificultades algunas en llevar a cabo los trabajos de la presa, que es la vida o la muerte de este pueblo desgraciado; porque estoy seguro, señor, que ese asunto en manos de otra persona de El Paso [del Norte] como Ruiz u Ochoa que es la misma persona, queda nulificado y los recursos de dinero que se proporcionen, desaparecen sin saber cómo.[20][20][18][24]

    La historia de las construcciones hidráulicas en Paso del Norte es muy accidentada debido a las intrigas que fueron y vinieron a partir de este poblado rumbo a las capitales del estado y del país. En síntesis, se trataba de una concesión otorgada por el gobierno federal, en este caso, por el propio presidente Juárez, durante su estancia en el Paso del  Norte. En abril de 1866, Juárez a través de la Secretaría de Fomento, dispuso la reconstrucción de la acequia madre para asegurar el abasto de agua para consumo de toda la población y para riego de las sierras agrícolas de la región, pero no se pudo garantizar un apoyo económico por parte de las autoridades federales;[21][21][19][25] el presupuesto municipal y de la jefatura política también presentaban serias dificultades, por lo que la culminación de las obras se aplazó indefinidamente, mas no dejaron de emprenderse dentro de la medida de las posibilidades de los habitantes fronterizos. Hacia agosto de 1867, Joaquín Álvarez se quejaba ante el presidente Juárez de que los opositores "a todo bien general", después de la muerte de don Rafael Velarde [...] desde luego descuidaron intencionalmente el bordo y destruyeron con la mayor sangre fría todo el rebalse del Chamizal contra la voluntad del pueblo y la resolución del Gobierno General. En una palabra, hace 40 días que no tenemos agua ni para beber.[22][22][20][26]

    Con el fin de allegarse recursos y para finalizar con calumnias y conflictos que mantenían al borde de la desesperación a la gente del Paso del Norte, los vecinos acordaron enviar a un comisionado para entrevistarse ante las autoridades federales en busca de medidas y recursos "como único remedio que podrá salvar nuestra situación".[23][23][21][27] Mariano Samaniego resultó ser el enviado [conocía muy bien a Juárez y su gabinete, además de haber establecido excelentes relaciones con todos ellos durante su estancia en Paso del Norte] y partió a la ciudad de México a mediados de agosto de 1867.

    Una vez que se había dado fin tanto a la intervención francesa como al imperio de Maximiliano, la jefatura política del Paso del Norte, por medio del comisionado Samaniego, se dirigió a la Presidencia de la República a fin de solicitar auxilio para las obras que eran vitales para el desarrollo del lugar. El 1 de noviembre del mismo año, Juárez acordó que la Secretaría de Fomento pusiera a disposición del ayuntamiento fronterizo la cantidad de 12 mil pesos, ya que

   [...] Conoce el Supremo Gobierno el deber que tiene de velar por el bienestar y tranquilidad de los pueblos, habiendo además en este caso particular la circunstancia de estar ligado con la Villa del Paso del Norte por razones muy especiales de gratitud y por la consideración del patriotismo y amor a las instituciones nacionales de que siempre han estado animados sus moradores, de cuyas virtudes han dado palpables pruebas en momentos aciagos para el Gobierno Nacional durante la última guerra […].[28]

    Para la administración de esta fabulosa cantidad, Juárez nombró una junta directiva de vecinos que quedo compuesta por el doctor Mariano Samaniego, José María Maese y Luís Rey. Como punto de comparación, cabe mencionar que durante 1866, el gobierno chihuahuense recaudó tan sólo $72,953,33 y la federación, dentro del estado, $102, 202.96; es decir, el presupuesto otorgado a paso del Norte para sus obras de abasto de agua, representaba poco más del 16% de los ingresos estatales y casi el 12% de los federales en Chihuahua. [24][24][22][29]

    Pero mientras don Mariano estaba en la capital del país, negociando recursos para su pueblo, "don Juan Ruiz y don Inocente Ochoa, de un modo poco decente, intrigaron e hicieron cambiar la votación del diputado suplente en favor del Dr. Samaniego";[25][25] [23] [30] las obras comenzaron de inmediato bajo la dirección de la mencionada junta directiva encabezada por Samaniego quien, a su vez, nombró una junta auxiliadora compuesta por Zenón Montoya, Jesús Téllez y Agapito Vargas.[26][26][24][31] Pero la situación política se complicó y mientras Álvarez apoyaba ante Juárez la actuación de Samaniego al frente de las obras de la acequia, acusando a Ruiz y Ochoa de sabotajes e intromisiones, Ruiz hacía lo propio en contra de malos manejos de Samaniego, Álvarez y sus aliados.

    En enero de 1868, Ruiz mencionaba "despilfarros o manoteos en grande", especulaciones con el cambio de los pesos fuertes otorgados por la federación por moneda de cobre [ello, en la misma tienda que poseía Samaniego en Paso del Norte]; además, acusaba al doctor y su camarilla de auto exonerarse, por dos años y mientras estuvieran las obras en ejecución, en apoyo del gobierno estatal, de los trabajos comunales a los que todo el mundo estaba obligado en esa época, a pesar de tener "más de diez fanegas de sembradura de terrenos de riego dentro de esta Villa".[27][27][25][32]

    Joaquín N. Ruiz relataba que las obras de la acequia dieron principio con poca gente, sin pasar nunca de veinte hombres a la vez, cuando el Ayuntamiento de Paso del Norte había propuesto que las tareas las realizaran los propios habitantes de la villa, a lo que Samaniego se negó rotundamente por considerarlo trabajo forzado. Según Ruiz, Samaniego había invertido el dinero de las obras en su comercio y no tenía la liquidez suficiente para pagar más gente; a los pocos trabajadores, se les pagaba con mercancías. La acusación fue más allá, don Joaquín mencionó a Juárez los antecedentes de peculado dentro de la familia del doctor, argumentando que cuando el gobierno federal destinó 40 mil pesos en 1848 para el acomodo de los inmigrantes procedentes del territorio perdido ante los Estados Unidos, el padre Ramón Ortiz [tío de Samaniego] sólo los envolvió "en cuentas imaginarias", por lo que, infería el señor Ruiz

     [.../ este dichoso y nada lerdo sobrino de tan sabio cura, estoy cierto, y lo verá usted y todo el mundo, que más de la mitad de esos pobres 12 000 que se le han confiado, quedan también envueltos y entremezclados sutilísimamente parodiando a las mil maravillas esa brillante historia de los 40 000 referidos, que está siempre fresca y en vivos deseos de imitaciones en toda esa familia clerical [.../.[28][28][1][33]

   En abril del mismo año, Juan N. Ruiz enumeraba a Juárez una serie de obras costosas e inútiles, aduciendo que con la colaboración de todo el vecindario los trabajos culminarían en tan sólo dos semanas tras las cuales empezaría a correr el agua tan necesaria para todos. Enfatiza también en su carta, que Samaniego no quiso la colaboración de todos bajo el pretexto de ser trabajo forzado, "cuando aun sin pago debiera hacerlo el vecindario por su propia conveniencia y aprovechamiento". Para Joaquín y Juan N. Ruiz, Samaniego sólo se había hecho cargo de las obras para beneficio personal: la especulación con el cambio por moneda de cobre, inversión en su comercio, contratación de sus propios animales y herramientas y trazo de la acequia por sus terrenos; además, había dado generosos sueldos a sus protegidos, como los 40 pesos al mes designados a Francisco Barrón por fungir como secretario de la Junta Directiva.[29][29][2][34]

    A final de cuentas, la acequia se mejoró pero no hemos encontrado aún la documentación respectiva para poder confirmar la época ni a quienes realmente benefició después de toda esta lucha expresada en las cartas al presidente de la república. Como referencia, hay un informe de W. W. Follet, ingeniero consultor del gobierno norteamericano, remitido al general Anson Mills, a la razón comisionado por su gobierno para la definición de los problemas por el uso de las aguas del río Bravo entre las poblaciones de El Paso y Ciudad Juárez, en marzo de 1908, en el que se indica que una presa de piedra suelta en la curso del río, un poco más arriba de la población texana, ha sido utilizada por más de trescientos años y que su cimentación de concreto fue construida en 1886 ó 1887.[30][30][3][35]

    Dentro de la batalla por el agua y por los dineros destinados a su obtención, se acusó al doctor Samaniego con otros cargos. Entre ellos, el haber estado del lado de los conservadores de la frontera, sólo sus lazos familiares con Ramón Ortiz lo hacían blanco de cualquier suspicacia puesto que este párroco de la villa del Paso del Norte entre 1838 y 1871 y luego de 1874 a 1896 [año de su fallecimiento][31][31] [4] [36] no escondió sus preferencias por el régimen de Maximiliano al actuar en Galeana, San Buenaventura y Namiquipa a favor del grupo encabezado por José María Zuloaga en 1866.[32][32][5][37]

    Por otro lado, los Ruiz, en sus cartas a Juárez, lo tacharon de regentear al "circulo conservador, sotanista, traidor, fanático, etc." de Paso del Norte, a pesar de declararse liberal y amigo personal de Juárez y Luís Terrazas:

    Lo nombramos diputado suplente a México, a fin de que allí se convirtiese realmente y fuese de algún provecho a la Nación y a esta frontera, o por lo menos no haría mal ninguno relativamente, evitando también así que fuese aquí Jefe Político, donde no habría hecho más que matar la Reforma y guiarse en todo por su tío, el cura Ortiz y demás frailes traidores de esta frontera. Aún ahora se ocupa de fomentar el encono y las animosidades de su fatal círculo que reanima y azuza, sin interrupción a toda resistencia y oposición sistemática contra las autoridades. Les asegura conseguir cuanto se les antoje, por injusto que sea, con los Gobiernos del Estado y de la República, ante los cuales se trace creer demasiado influyente. Tiene casi en completa anarquía este desgraciado pueblo de El Paso.[33][33][6][38] Don Francisco Almada menciona que Samaniego ocupó la curul,[34][34] [7] [39] mientras sus detractores lo acusaban de negarse a cumplir su encargo como diputado ante el Congreso [era marzo de 1868, más de seis meses después de las elecciones]:

    El sintió sobremanera tal nombramiento; no ha ido ni quiere ir al Congreso porque es enemigo de la democracia, hace alarde de su inmensa influencia con usted y el Sr. Lerdo para que se le exonere del cargo y de la pena legal, lo cual se da por hecho en virtud de que no se le ha llamado y de que se le designa candidato otra vez para la Jefatura Política de este Distrito, Bravos, a causa de que él y sus aduladores y secuaces del oscurantismo nos tienen en tela de juicio o revisión con nuestras elecciones locales, pidiendo que se anulen bajo mil pretextos y calumnias inauditas; o, cuando menos, piden que se declare Jefe Político a aquel autómata o idiota don José Ma. Maese, que usted recordará tal vez, [...]. Lo quieren de Jefe Político porque como es tan ignorantísimo como retrógrado, bárbaro y supersticioso, sería, como ha sido siempre, el más ciego y pasivo instrumento de los frailes reaccionarios de esta Villa. [... Samaniego/ abandonó la acequia a sólo dos vocales cuya lentitud invencible a causa del desprestigio que hoy tiene el cobre y del propósito sistemático de Samaniego relativamente que sólo procura inculpaciones y animadversiones contra el Jefe Político [Inocente] Ochoa y contra el Ayuntamiento actual cuya lentitud, digo, es indudable que aplazara por más de un año la conclusión de la deseada e importantísima acequia. [35][35][8][40]

    No se cuenta con la correspondencia entre Samaniego y Juárez,[36][36][9][41] ni ha sido posible averiguar cuáles fueron las reacciones del presidente de la república ante tantas acusaciones por parte de ambos bandos; pero es un hecho que Samaniego pasó muy poco tiempo en la capital del país, que su nombramiento como presidente de la Junta Directiva fue hecho por el mismo Juárez y que don Mariano siguió escalando posiciones dentro de la política regional, sabiendo conservar alianzas y buscando nuevas. Su amistad y sociedad con el general Luís Terrazas es inobjetable, así como sus excelentes relaciones con Juárez y Lerdo, manifestadas en los apoyos incondicionales a estos personajes en las batallas políticas que se sucedieron entre el triunfo de la República y la llegada de Porfirio Díaz al poder ejecutivo de la nación. Liberal o conservador, honrado o corrupto, filántropo o chantajista, Samaniego supo granjearse el respeto de los demás, por lo menos en las siguientes décadas, cuando ya no hay quejas sobre él.

    De la misma manera, las relaciones de Inocente Ochoa con Juárez, no podrían ser malas, puesto que en su peregrinar por Chihuahua, el presidente se alojó en la casa de Ochoa mientras estuvo en Paso del Norte [de agosto a noviembre de 1865 y de diciembre de 1865 a junio del año siguiente].[37][37][10][42] Ante esta perspectiva, las dificultades entre ambos señores de la política fronteriza, fueron muy complicadas para un arbitraje presidencial; no cabe duda que con el paso del tiempo, las asperezas se limaron, ambos grupos se unieron en lo político, lo económico y hasta en lo familiar. Desde el punto de vista político, el aglutinante fue la actuación de Luís Terrazas al frente de los destinos del estado de Chihuahua, tanto Ochoa como Samaniego, fueron fervientes seguidores del general hasta su muerte, y su relación en los negocios permite ver una amplia compatibilidad a partir de los años ochenta, coincidiendo con el afianzamiento de Porfirio Díaz en el poder y la llegada de los ferrocarriles a El Paso.

 


Consolidación de una carrera política

 

Al mismo tiempo que fungía como diputado federal suplente para el bienio 1867-1869, Samaniego fue electo suplente del diputado Jesús Escobar y Armendáriz, [38][38][11][43] ante la VI Legislatura estatal [1868-1869] y como propietario en la siguiente. En 1871 fue electo de nueva cuenta como jefe político del distrito Bravos y en 1872-1873 fue vicecónsul de México en El Paso. En 1873, se prepararon las elecciones para cambiar poderes en el estado de Chihuahua y uno de los más claros candidatos era el general Luís Terrazas que ya había ocupado el puesto en 1860-1861 como sustituto, fue elegido para el cuatrienio 1861-1865, pero tuvo que abandonar el poder al declararse el estado de sitio por la invasión francesa; regresó Terrazas al puesto en 1867, ocupándolo hasta 1873.[39][39][12][44] Las fuerzas políticas chihuahuenses ya muy influenciadas por las corrientes que se habían opuesto a la reelección de Juárez en la presidencia de la república, obligaron a Terrazas a designar abiertamente al doctor Samaniego como candidato a la gubernatura. La influencia política de Terrazas dentro de Chihuahua se notó disminuida al triunfar en esta ocasión el licenciado Antonio Ochoa, un rico minero que obtuvo el apoyo de los distritos occidentales del estado, cuyo líderes ya dejaban ver una clara oposición a la política terracista. Don Mariano perdió la oportunidad de ser gobernador constitucional del estado por un escaso margen de 105 votos.[40][40][13][45]

    En 1875-1877 fue diputado propietario ante la X Legislatura local, durante la cual se decretó la obligatoriedad de la educación a partir de los siete años, la que quedaba a cargo de las jefaturas políticas y ayuntamientos, siendo gratuita "para la clase menesterosa" en escuelas públicas; los rubros bajo los cuales se dictaría esa educación debían considerar, para ser realmente completa, la escritura, lectura, gramática castellana, aritmética, sistema métrico decimal, urbanidad y moral práctica y se establecían multas para todos aquellos padres o tutores que no justificaran la inasistencia de los niños.[41][41][14][46]

     Iniciada la rebelión al amparo del Plan de Tuxtepec encabezada por Porfirio Díaz contra la reelección de Lerdo de Tejada, en junio de 1876, la misma legislatura en la que participaba el doctor Samaniego, después de que los alzados en Chihuahua aprehendieron al licenciado Ochoa, nombró como gobernador al señor Manuel de Herrera, rico comerciante del occidente del estado, quien estableció su administración en Cusihuiríachi y Guerrero. Cuatro meses después, Ochoa regresó a su puesto sólo para pedir licencia y entregarle el mando a Mariano Samaniego que se encargó de dirigir, como comandante militar del estado, las acciones contra los grupos de rebeldes que aún quedaban, por diversas partes del estado. Mas la situación no le favoreció pues la lucha entre porfiristas y lerdistas se desarrollaba en otras partes del país a favor de los primeros; cuando el ejército rebelde llegó a Chihuahua al mando del general Juan B. Camaño, el doctor Samaniego, amigo de Lerdo, dejó la capital para regresar a su casa en Paso del Norte en febrero de 1877, sólo para preparar una estancia en Hermosillo por cerca de un año, donde ejerció su profesión de médico.[42][42][15][47]

    En 1878, Samaniego regresó a Paso del Norte y de inmediato fue electo como jefe político del distrito Bravos para el periodo 1878-1880, lapso en el que diversos grupos políticos se aliaron para deponer al gobernador Ángel Trías a favor de don Luís Terrazas. Este hecho consolidó la posición de Samaniego dentro de la composición de fuerzas al norte del estado y ya para 1880, sustituyó, durante casi un año, a Marcelo León[43][43] [16] [48] en la administración de la Aduana Fronteriza, un puesto de carácter federal con el cual demostraba sus logros.

    Al mismo tiempo, los caminos de Inocente Ochoa y Mariano Samaniego se unen en esta época, el primero de ellos había contraído matrimonio con doña Concepción Samaniego, hermana del segundo,[44][44] [17] [49] y enseguida las acciones políticas y económicas de ambos personajes fronterizos se vuelven complementarias. La alianza matrimonial Ochoa Samaniego se convierte así en la unión de las otrora fuerzas opositoras de Paso del Norte y los primeros indicios de concordia entre don Mariano y don Inocente se dan a través del apoyo brindado a Luís Terrazas en el conflicto contra Angel Trías y posteriormente, al lanzar la candidatura del general al gobierno del estado en 1880, por medio del semanario El Progresista, propiedad de Ochoa, que secundaba las propuestas políticas de El Eco Social, publicación de la capital del estado, a favor de Terrazas para gobernador y como magistrados a la Suprema Corte del Estado a Juan N. Urquidi, Manuel L. Muñoz y Antonio Ochoa.[45][45][18][50]

    En mayo de 1880 se realizaron las elecciones para cambio de poderes en el estado de Chihuahua resultando electo el general Terrazas con el 79% de los votos emitidos por los casi 30 mil electores. Sus más cercanos contrincantes fueron José María Becerra con el 19% y el doctor Mariano Samaniego con el 0.8% [recordar que Samaniego apoyaba la candidatura de Terrazas].[46][46][19][51] Cabe mencionar que en ese entonces los candidatos hacían sus campañas sin un registro previo ante autoridades electorales, por lo que los votantes ponían el nombre del personaje de su preferencia en la papeleta que les era entregada el día de los sufragios; en el caso de la elección para gobernador del estado en 1880, se votó por diez personas distintas, ocho de las cuales no alcanzaron el 1 % de los votos.[47][47][20][52]

    El mismo año de 1880, cuatro meses después de las elecciones referidas, se organizaron cuatro Juntas Electorales con cabeceras en Chihuahua, Parral, Paso del Norte y Urique, con alrededores 50 miembros cada una, para escoger senadores y miembros del Supremo Tribunal de Justicia de la Nación. Las senadurías [propietario y suplente] fueron obtenidas por el licenciado Gabriel Aguirre y el doctor Roque Morón con 130 y 133 votos, respectivamente, mientras que el doctor Samaniego sólo logró 50, ninguno de ellos en Paso del Norte, sino en Parral y Urique.[48][48][21][53]

    Pero las cosas no terminarían allí. En el mismo periodo electoral, se debía escoger a los diputados federales que representarían a Chihuahua ante el Congreso de la Unión, quedando elegidos sin mayor problema Ignacio Gómez del Campo, Ramón Guerrero y Jesús E. Valenzuela por los distritos con cabecera en Chihuahua, Parral y Batopilas, respectivamente; en el caso del cuarto distrito electoral federal, con sede en el Paso del Norte se armó un serio conflicto. Si bien la Junta o Colegio Electoral de Paso del Norte, que contenía a los electores de los cantones de Bravos [Paso del Norte, Galeana, Casas Grandes], Degollado [Temósachi] y Guerrero [Ciudad Guerrero], no tuvo problemas, aparentemente, para votar por la senaduría, los ministros de la Corte y la Procuraduría General de la Nación, para escoger diputado federal se dividió en dos fracciones: una de 24 miembros, comandada por Marcelo León, hasta un mes antes administrador de la Aduana Fronteriza, y la otra, dirigida por el jefe político Mariano Samaniego, con 33 electores. No hay referencias precisas del por qué de esta división dentro del Colegio, pero un mes antes de las elecciones Mariano Samaniego ocupó la administración de la Aduana Fronteriza en sustitución de León, bajo condiciones poco claras, pues la experiencia en el cargo era nula para el doctor, mientras que para el miliciano veracruzano, el movimiento aduanal le era muy conocido por los cargos que había ocupado en su estado natal. Posiblemente la escisión se haya debido al relevo en el cargo de la Secretaría de Hacienda.

     Las elecciones de 1880 son turbias en Paso del Norte, se respetó el resultado de la mayoría [33] cuando se escogió a Aguirre y Morón para senadores, pero en el caso de la diputación federal, todo parece indicar que los 24 disidentes salieron con el triunfo, quedando Marcelo León como propietario y Diego A. de Berea como suplente. El Periódico Oficial del Estado publicó el 16 de octubre los resultados de la fracción de León, informando que Jesús Escobar y su gente habían abandonado la sala para obligar la suspensión del proceso por falta de quórum. Pero el 30 de octubre se transcriben en el mismo periódico las actas de la fracción mayoritaria, en la que por unanimidad [33 votos] se elegía al doctor Samaniego como diputado federal y suplente a Jesús Escobar y Armendáriz.

    Las maniobras efectuadas en esa ocasión no son claras; León estaba recién llegado a Paso del Norte, quizá por su cargo federal en la Aduana y con alguna ayuda de sus protectores en México logró colarse al Colegio Electoral de la frontera, dentro de su fracción había gente tanto de la población sede del distrito [José María Varela, Domingo Bermúdez, León Lucero] como de Casas Grandes [Víctor Valencia, Francisco Núñez] y en Papigochi [Casimiro Antillón, Dulces Nombres Herrera, Ramón Vega]. En el otro bando estaban Samaniego y Escobar [identificados con Luís Terrazas], Lauro Bermúdez, Juan Azcárate [de Paso del Norte]: José Angel y José María Casavantes, Buenaventura Rico y Vicente Antillón [representantes de Papigochi] y José Urrutia, Pedro Macías y Pablo Chávez [de la región de Galeana y Casas Grandes].[49][49][22][54] En pocas palabras, en ambos bandos había representantes de todos los cantones del distrito electoral. No se sabe todavía quien fue el gran elector, el que decidió al fin tomar en cuenta la elección de los 24, el Periódico Oficial no vuelve a hablar sobre el asunto y Marcelo León inició así el primero de sus tres periodos consecutivos como diputado propietario ante el Congreso de la Unión, teniendo como suplentes, en 1880-1882 a Diego A. de Berea, como ya se mencionó, y en las siguientes al doctor Porfirio Parra.[50][50][23][55] Tampoco ha sido posible saber si a fin de cuentas Samaniego se rehusó al cargo para dar fin al conflicto, si tuvo que someterse a una decisión superior o no quería abandonar el estado por alguna razón.

    Mientras la carrera política de Samaniego iba en accidentado ascenso, las condiciones sociales en las que vivían los chihuahuenses eran de incertidumbre y desazón debido a los continuos ataques que los indios bárbaros perpetraban sobre pueblos, ranchos, haciendas y viajeros; las zonas más afectadas eran las del noroccidente, norte y noreste de la entidad. Para hacer frente a esta situación, el gobierno del estado convocó a que en cada cantón [o distrito], se nombraran juntas auxiliares que dirigieran tanto las acciones de defensa como de acopio de recursos monetarios; en el caso de la frontera, tocó a Mariano Samaniego ser el presidente de la junta, teniendo como secretario a José María Uranga y a Inocente Ochoa como tesorero.[51][51][24][56] Estas organizaciones de vecinos notables de las localidades [más que de pobladores comunes y corrientes] eran auxiliares precisamente de la Junta Directiva de Guerra contra los Bárbaros, presidida por Luís Terrazas, con Félix Francisco Maceyra como tesorero y Gabriel Aguirre como secretario.[52][52][25][57]

    La población de Paso del Norte se encontraba aterrada al empezar 1880, pues los apaches fugados de las reservaciones de Arizona y Nuevo México acampaban a los alrededores de las lagunas de Guzmán y de Santa María, la hacienda de San Lorenzo [propiedad de Luís Terrazas] había sido atacada de manera frecuente y por Boca Grande entraban las huestes de Gerónimo, después de haber sembrado el terror en los condados de Doña Ana y Grant, Nuevo México.[53][53][26][58] Durante la segunda mitad de 1880, el camino entre Chihuahua y Paso del Norte se encontraba vigilado de forma permanente por los apaches, era público y notorio que todas estas partidas fugadas de las reservaciones aventajaban en armamento, y destreza para manejarlo, a los defensores mexicanos.

    Las quejas a ambos lados de la frontera en contra de la tibieza de las autoridades norteamericanas con respecto al problema de los indios no fueron pocas. En marzo de 1880, por ejemplo, los vecinos de Las Cruces [Nuevo México] organizaron una Junta de Indignación, a través de la cual protestaron ante su gobierno por la negativa de Washington a permitir la autodefensa. [54][54][27][59] la parte mexicana tenía voz desde los mismos círculos de gobierno chihuahuense que, a través del Periódico Oficial, acusaba a contrabandistas norteamericanos de proporcionar armas de fuego a los alzados, de la escasa vigilancia hacia las reservaciones y, para completar el cuadro de destrucción, las continuas incursiones de abigeos a territorio mexicano. Los animales robados por indios o blancos, eran comprados por ganaderos en Texas y Nuevo México sin averiguar su procedencia; el editorial de la publicación oficial finalizaba diciendo:

    No creemos que el Gabinete de la Casa Blanca se negara a obsequiar reclamaciones [...]. La República Norte-Americana que tan exigente se ha mostrado con nosotros en esa materia; el país que tanto impulso ha dado al derecho internacional moderno; el pueblo de las virtudes puritanas y de los severos principios, no puede rehusarse a cumplir los deberes que le impone el derecho natural.[55][55][28][60]

     Para el Paso del Norte, la situación bélica con los apaches y comanches se fue diluyendo mientras más se acercaba el tendido de las vías de ferrocarril que provenían de California, Santa Fe y Kansas: las acciones de guerra y saqueo se realizaban en puntos cada vez más alejados de las vías del ferrocarril, por donde las tropas podrían movilizarse de manera rápida. Del 18 de agosto al 18 de octubre de 1881, el doctor Samaniego sustituyó en la gubernatura al general Luís Terrazas, para ser inmediatamente electo como diputado propietario a la XIII Legislatura chihuahuense; siendo diputado local, volvió a sustituir a Terrazas en el poder ejecutivo local del 6 de noviembre de 1882 al 6 de mayo de 1883. Como gobernador, la actuación de Samaniego puede resumirse con los siguientes hechos:

- Exceptuó de toda contribución municipal a quienes introdujeran a la ciudad de Chihuahua los materiales, herramientas y equipos necesarios para la construcción de la casa de moneda.[56][56][29][61]

- Estableció las contribuciones que debían ser recaudadas por los municipios del cantón Rosales, equiparándolas con los de Chihuahua.[57][57][30][62]

- Apoyó la solicitud de los vecinos de Paso del Norte para el establecimiento de la zona libre en la frontera, logrando que el Congreso del Estado enviara iniciativa a favor de la franquicia ante el Congreso de la Unión y la Secretaría de Hacienda. Inocente Ochoa y socio son nombrados por el Congreso como "conducto ante las autoridades federales" para la realización de todos los trámites.[58][58][31][63]

- Tuvo que hacer frente al caos causado por inundaciones en Cusihuiríachi y en el cantón de Meoqui.[59][59][32][64]

- Reglamentó el cobro de derechos al comercio ambulante y por las ventas hacia afuera del municipio de Chihuahua.[60][60][33][65]

- Amparó por un año la propiedad de la una minera de Corralitos a favor de George B. Zempelman y socios. Asimismo promovió igual garantía a favor de Marcelo León y Ramón Irigoyen por las salinas de Santa Eduwiges, en el cantón Bravos.[61][61][34][66]

- Estableció la Segunda Ley Orgánica Constitucional para las Elecciones de los Supremos Poderes del Estado, en sustitución de la de 1861. Ésta fue su mayor obra dentro del primer periodo como sustituto de Terrazas.[62][62][35][67]

    En la segunda ocasión como gobernador sustituto, Samaniego se destacó por lo siguiente:

- Amplió a 5 años la excepción de impuestos a favor del Banco Minero de Chihuahua, cuyo presidente del consejo de administración era su cuñado Inocente Ochoa, además de suprimir algunas obligaciones que había contraído con el gobierno del estado.[63][63][36][68]

- En diciembre de 1882 decretó una nueva campaña contra los bárbaros, para lo cual destinó $3,000 del erario estatal.[64][64][37][69]

- Reformó la Ley Electoral del Estado, formando un partido electoral por cada 12 mil habitantes.[65][65][38][70]

- Otorgó una concesión a Samuel Miller para el establecimiento del Banco de Hidalgo del Parral y la emisión hasta de $300,000 en billetes pagaderos en moneda corriente a la par o en plata y $200,000 en billetes por pesos fuertes [oro]; se le eximía de toda contribución por cinco años.[66][66][39][71]

- Contrató el servicio de tranvías de tracción animal en la ciudad de Chihuahua, a favor de Lauro Carrillo, por 25 años.[67][67][40][72]

- Decretó la adopción oficial del sistema métrico decimal en Chihuahua a partir del 1 de enero de 1884.[68][68][41][73]

- Nuevas reformas a la ley electoral local: los diputados serían elegidos directa y popularmente, uno por cada 15 mil habitantes o fracciones superiores a 7,500.[69][69][42][74]

- Envió al congreso estatal un proyecto de reglamento para teatros.[70][70][43][75]

    Siendo diputado local, el doctor Samaniego presidió la Junta Histórica de Paso del Norte por disposición del gobernador Luís Terrazas; el objeto de dicha junta era remitir al general Vicente Riva Palacio la información sobre los sucesos de 1864-1867 para la integración de México a través de los siglos. En Parral, Guadalupe y Calvo y Chihuahua también se organizaron este tipo de organismos.[71][71][44][76]

    Don Mariano Samaniego regresó como diputado propietario a la XIV Legislatura [1883-1885], en representación del distrito electoral con cabecera en Casas Grandes [era la primera vez que se denominaban los distritos electorales de manera geográfica]. De 1887 a 1889 fue de nueva cuenta diputado, ahora como representante del distrito con sede en Paso del Norte, ante la XVI Legislatura, misma que aprobó el cambio de denominación y categoría de la población fronteriza, pasando de ser Villa de Paso del Norte, a Ciudad Juárez, a partir del 16 de septiembre de 1888.

    Ante la XX Legislatura local, de 1895 a 1897, repitió como diputado suplente del distrito con sede en Juárez. Hasta 1903 regresó al congreso del estado como diputado propietario en representación del distrito electoral con base en Juárez, repitiendo en la elección siguiente para el periodo 1905-1907. Recientemente elegido a esta nueva representación popular [septiembre], murió en Ciudad Juárez, el 2 de octubre de 1905.

    Hay un lapso relativamente largo, entre 1887 y 1895, en el que Samaniego queda fuera de toda representación popular, son años de un proceso de transformación radical en Paso del Norte. Por un lado, el ferrocarril atrajo inmigrantes de todas nacionalidades que presionaron de manera tremenda sobre las reservas de agua con lo cual se sufrió un periodo de escasez del líquido nunca antes vista pero; al mismo tiempo, las costumbres agrícolas también fueron desplazadas, de los viñedos y las huertas de fruta, se pasó a las grandes extensiones cultivadas de algodón y cereales. Por otra parte, del lado mexicano se experimentó un auge inusitado del comercio a gran escala con el otorgamiento de la franquicia de zona libre a partir de 1885, pero desde 1896, las libertades mercantiles y productivas se empezaron a diluir por sendos decretos federales, con lo que el crecimiento de Ciudad Juárez se detuvo por completo; la presencia de don Mariano en la arena política del estado de Chihuahua coincide con estos movimientos económicos: mientras existió la depresión y crisis dentro de la economía local, Samaniego participó en política, en cambio, en los tiempos de auge, el médico se retiró a atender sus negocios particulares.[72][72][45][77]

    La última actividad pública de don Mariano Samaniego fue presidir una comisión de ciudadanos chihuahuenses que emprendió una gira por Zacatecas, La Laguna, Aguascalientes, Durango y Guanajuato a fin de recabar donativos para la construcción del monumento a Benito Juárez en Ciudad Juárez con motivo del centenario de su nacimiento.[73][73][46][78] El monu­mento fue inaugurado en marzo de 1906 en el centro de la población y para 1909 se reubicó en terrenos adquiridos a la testamentaría de don Inocente Ochoa por 4 mil pesos, localizados entre las calles Porvenir, Constitución y del Bancal, limitados por la vía del ferrocarril Grande, Sierra Madre y Pacífico. El gobierno estatal contribuyó con las dos terceras partes del precio, mientras el ayuntamiento juarense pagó el resto.[74][74][47][79]

 

Los grandes cambios y los negocios de don Mariano

 

    El inicio de la década de 1880 marca una época de transformaciones en varios niveles; en la frontera norte, los cambios económicos, políticos y sociales ocurridos en los ámbitos nacional y local, significaron la adecuación a un nuevo estado nacional, continuador de las tradiciones liberales pero con metas y objetivos a mayor plazo. También se estaba viviendo la reestructuración del poder político en Chihuahua, cuando prácticamente principiaba la era terracista. Pero tal vez el mayor de los factores de cambio que incidieron en la vida fronteriza fue la llegada del ferrocarril equiparable sólo con una revolución por la profundidad de las transformaciones ocurridas a partir de mayo de 1881 en que llegó a El Paso [Texas] la primera locomotora del Southern Pacific.

    Pero era sólo el principio, pues en un lapso de tres años, las ciudades fronterizas [El Paso y Paso del Norte], se vieron invadidas además por otras líneas ferrocarrileras: en junio de 1881 llegó el Atchinson, Topeka & Santa Fe, en enero de 1882 el Texas and Pacific, un año después se inicia el ramal del Southern Pacific rumbo a San Antonio y en septiembre de 1881 se comienzan a herrar las terracerías del Central Mexicano con rumbo a Chihuahua y la Ciudad de México.[75][75][48][80]

    La "revolución" se dio en varios sentidos, el primero y más importante, era la enorme reducción de los tiempos de viaje; antes de la existencia del ferrocarril, por ejemplo, entre Chihuahua y Paso del Norte se requerían nueve días en diligencia; a partir de 1883 en que se concluyó el camino entre ambas ciudades, el tiempo máximo eran nueve horas. Por otra parte, la llegada de los ferrocarriles atrajo a cientos de inmigrantes que hicieron de las ciudades fronterizas su hogar temporal o permanente. Tan sólo para la construcción del Central Mexicano, había casi dos mil habitantes de obreros en la hechura de los terraplenes y tendidos de vía.[76][76][49][81]

    La población del lado texano se multiplicó por diez en dos años, mientras que del lado mexicano fue duplicada; el impacto para el comercio y los servicios públicos fue evidente, se pasó de la falta de oportunidades de trabajo asalariado a una demanda de mano de obra tal que obligó a aumentar los salarios de manera extraordinaria. En su informe anual al gobernador del estado, Jacobo Ugarte, jefe político del distrito Bravos, mencionaba en 1881 que con la llegada del ferrocarril a El Paso, abundaban los malhechores "de todas las razas", que bandidos texanos habían pasado a robar al rancho de don Inocente Ochoa y que, de manera particular en los meses de enero y febrero de ese año "hubo en esta villa una crecida anuencia de extranjeros [...]. En cualquier vinata o restaurante [...había] diez o quince de ellos y luego se dejaron sentir varios robos". La situación agrícola empeoraba, el trigo se cosecharía bien pero las viñas se perdieron por lo duro del invierno y la falta de brazos pues casi en general los trabajadores y operarios se han pasado a trabajar a los ferrocarriles, en donde les pagan un peso diario y provisión, resultando de esto, ser posible que se quedaron muchos terrenos sin sembrarlos de maíz. En consecuencia este ramo privilegiado va en decadencia.[77][77][50][82]

    Las noticias del inspector federal sobre los salarios en las obras del ferrocarril Central hablan desde dos hasta cuatro pesos diarios dependiendo del puesto y la nacionalidad del trabajador.[78][78][51][83] Desde el establecimiento del río Bravo como frontera internacional en 1848 hasta el arribo de los trenes, la población del lado mexicano había sido mayor a partir de 1881, la situación se invirtió. La secretaría de Fomento publicó el siguiente informe sobre la situación en Paso del Norte:

    La Villa de paso del Norte está separada de Franklin, que actualmente se llama El Paso, Texas, solamente por el río Bravo, cuyas aguas son tan escasas en la estación calurosa, que suele cortarse. Hace tres años la población de EI Paso, Texas, era insignificante, pero el impulso que ha recibido [...l es muy notable; actualmente [...tiene] mayor número de habitantes que Paso del Norte. [... El Paso es un] foco de comercio pues las casas son más baratas que del lado mexicano, hay mucho trabajo, buenos jornales y buena parte de la población mexicana se ha pasado a vivir del otro lado, si una aumenta y otra disminuye [...] Si se lograran equiparar los precios, la gente volvería, pues casi todos son propietarios, es mejor el clima y el suelo [...]. Hay que reformar el arancel aduanal o declarar zona libre a dos leguas […] es indudable que el contrabando, si es que actualmente se hace, no aumentará con esta determinación [...].[79][79][52][84]

    Todo parece indicar que la situación que empezó a privar en Paso del Norte por el aumento de importancia de su contraparte texana, fue muy bien aprovechada por algunos vecinos notables del lado mexicano. Los mayores propietarios de terrenos en la zona llevaban apellidos como Escobar, Cuarón, Velarde, Daguerre, Boisselier, Calderón y, por supuesto, Samaniego y Ochoa. El aumento en el valor de las propiedades trajo una época de especulación de la tierra nunca antes vista, como ya lo deja ver el informe de la Secretaría de Fomento. Tan sólo el centro de la población estaba monopolizado por Mariano Samaniego, Inocente Ochoa y Pablo Cuarón quienes, si no eran los únicos propietarios, si habían obtenido una gran proporción de los lotes antes dedicados a la agricultura, en las partes aledañas a la calle del Comercio [la actual 16 de Septiembre].

    La franquicia de zona libre obtenida en 1885 permitió la llegada de cientos de comerciantes de distintas nacionalidades a quienes se les rentaron o vendieron los locales mercantiles de la zona centro, logrando con ello sus propietarios una fuente de riqueza incomparable con sus antiguas actividades. Sin embargo, las medidas hacendarias respecto a la zona libre fueron temporales y ya para 1905 la situación había dado un giro, la fervorosa actividad mercantil de Juárez se vino a abajo.[80][80][53][85]

    Pero mientras la situación de la ciudad iba del auge al caos, la posición económica de don Mariano Samaniego se fue consolidando, así como la de su cuñado Inocente Ochoa y muchas personas más. Ya en 1878 don Mariano había comprado a Dolores Moreno viuda de Soto la hacienda Carretas, en el Municipio de Janos, que tenía una extensión de 2 sitios de ganado mayor, uno o dos años después [no se especifica la fecha exacta], el Gobierno Federal le adjudicó 9 sitios más que anexó a la misma hacienda, con lo cual sumaba 18,977 hectáreas.[81][81][54][86]

    En 1882, el doctor logró que la legislatura local le otorgara una concesión para la construcción y explotación de una línea de tranvías de tracción animal en Paso del Norte, debiendo ser de vía angosta y libre de impuestos estatales por seis años. Las tarifas autorizadas por el Congreso fueron de 10 y 5 centavos para pasajeros en servicio de primera y segunda clase respectivamente y de 10 centavos por cada kilogramo de carga, independiente de la distancia del traslado.[82][82][55][87] Dicha concesión fue lograda por Samaniego después de una fusión entre dos compañías distintas; en diciembre de 1881 el gobierno federal había dado permiso para que Inocente Ochoa, José María Flores, Espiridión Provencio y Jesús Escobar y Armendáriz construyeran un puente sobre el río Bravo a fin de dar paso al tranvía entre ambas ciudades fronterizas, en tanto que Samaniego, en sociedad con Marcelo León y el padre Ramón Ortiz, ya habían pactado la concesión para la explotación de la línea: se formó la Compañía de Ferrocarriles Urbanos de Paso del Norte que obtuvo el contrato del servicio por 25 años.

    En diciembre de 1887, Felipe Arellano obtiene del gobierno estatal una concesión por 40 años para construir y operar dos líneas y en mayo siguiente, de la federación, logra concesión para construir y explotar por 50 años un puente entre la ciudad chihuahuense y la texana; Arellano formó la compañía del Ferrocarril Urbano y Puente de Paso del Norte. En noviembre de 1898 ambas empresas se fusionaron para conformar Tranvías de Ciudad Juárez que no sólo cambiaron de nombre, sino de tipo de tracción, sustituyendo las mulas por electricidad, ampliando las concesiones por cuarenta años más.

    En septiembre de 1901, Pedro M. Armendáriz obtuvo de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas un nuevo contrato para construir y explotar por 50 años, un tranvía que llegara hasta la mitad del Bravo y un puente para peatones, tren y otros vehículos, ampliándosele la concesión hasta por 99 años en febrero de 1902. AI mismo tiempo que sucedía esto, en Austin se formaba The EI Paso and Juárez Traction Company, Inc., con un capital de 200 mil dólares, entre cuyos suscriptores estaban Máximo Weber,[83][83] [56] [88] un alemán radicado en Ciudad Juárez que siempre había fungido como representante legal de la case Ketelsen y Degetau, además de ser cónsul del imperio germánico en Juárez y socio en varios negocios de Inocente Ochoa y don Mariano Samaniego.[84][84][57][89] La compañía texana solicitó a la Secretaría de Comunicaciones, desde junio de 1902, hacerse cargo de todas las concesiones anteriores y fue hasta enero del año siguiente, después de una segunda propuesta americana, que el gobierno federal accedió a cambio de pagar al ayuntamiento juarense la cantidad de 5 mil pesos fuertes, mantener en buen estado y regar todas las calles por las que circularan los trenes durante 85 años [término del contrato] y transportar en forma gratuita a las personas y carga del ayuntamiento y del gobierno estatal.[85][85][58][90]

    En esta larga historia de tranvías entre 1881 y 1903, cuando llegaron a tener una extensión de 3.27 kilómetros dentro de la ciudad, queda diluida la participación de los inversionistas juarenses como nuestro biografiado; no ha sido posible saber si tuvieron acciones dentro de la nueva compañía texana ni cuál fue el monto de la transacción sobre las concesiones. En 4 de mayo de 1883 don Mariano Samaniego compró a José María Rodríguez y Jesús Domínguez, el rancho San José, antes Ojo y Laguna de Patos, en $3000, añadiéndole el mismo mes una extensión de 3 sitios de ganado mayor adquiridos a los hijos de Concepción Rodríguez, también por $3,000. Tres años más tarde, el doctor compró otro tramo de terreno para la misma hacienda, esta vez a la testamentaría de Juan Pablo Martínez del Río, sin haberse declarado la extensión exacta, pero con uno de los linderos que medía más de 14 kilómetros.[86][86][59][91] La propiedad de Samaniego viene de tiempo atrás, pues ya el 24 de febrero de 1883, tres meses antes de la primera adquisición localizada en los archivos, el Periódico Oficial del Estado de Chihuahua, informaba sobre el incendio en la tienda de raya de dicha hacienda, aclarando que era propiedad del médico y que se habían registrado pérdidas irreparables, sobre todo por la destrucción de los libros de contabilidad. Poco tiempo después, en marzo de 1888, Samaniego vendió su hacienda de Carretas, de casi 20 mil hectáreas, a John J. Boyd en 11,000 "pesos fuertes plata del cuño mexicano".[87][87][60][92] En 1893, el doctor Samaniego volvió a deshacerse de una propiedad, en esta ocasión realizó por 500 pesos un terreno cercano a Samalayuca, cuya extensión casi alcanzaba las 3 mil hectáreas; el nuevo dueño fue la casa comercial Ketelsen y Degetau.[88][88][61][93]

    Dentro de Paso del Norte/Ciudad Juárez, el doctor Samaniego también se hizo de bastantes propiedades. Don Ignacio Esparza refiere que eran suyos los terrenos "en lo que hoy conocemos como calle Constitución, [...] entre canal y la actual calle Mejía, donde fincó su casa, la que al poco tiempo convirtió en sanatorio".[89][89][62][94] En esa misma área, construyó una capilla que su esposa Carmen Siqueiros donó a la comunidad y en 1912 se convirtió en la iglesia del Sagrado Corazón y junto a ella, un edificio que cedió a las religiosas Carmelitas para que dieran clases de primaria y religión; la señora Siqueiros de Samaniego junto con su cuñada Concepción, esposa de don Inocente Ochoa, habían fundado un convento "en el lote formado por las calles: Mejía, Luciano Becerra, Juan de Dios Peza y Progreso" que en el tiempo de la Cristiada fue transformado en escuela federal. Otra de las grandes obras de don Mariano dentro de su comunidad, fue la fundación, en 1903, de la escuela primaria particular que llevó su nombre, ubicada en la calle Vicente Guerrero, entre Juárez y Noche Triste.[90][90][63][95]

    En 1889, Samaniego junto con Espiridión Provencio, fue el concesionario de una lotería "para la Beneficencia Pública", que según Almada funcionó entre 1889 y 1894.[91][91][64][96] Por otra parte, C. L. Sonnichsen refiere que durante la época de las grandes inversiones en la ciudad texana de El Paso, también se inyectó dinero mexicano, sobre todo a través de Mariano Samaniego, Inocente Ochoa y el comerciante alemán, con muchos años en Paso del Norte, Benjamín Degetau.[92][92][65][97]

    No se ha podido averiguar cuándo el doctor Samaniego, junto con su hermano, según anota el señor Esparza, mandó construir la plaza de toros ubicada en lo que hoy son las calles Abraham González y Francisco Villa, la cual heredó doña Carmen, pero ella la arrendó en 1908 [dos años y medio después del deceso de don Mariano] a Félix Sabut por $10,000 durante un año o $250 por espectáculo en caso de suspensión de temporada taurina.[93][93][66][98]

 

Conclusión

  

  A don Mariano Samaniego le tocó vivir un periodo trascendental para Ciudad Juárez: desde que era una pequeña villa que servía de abasto y descanso para los viajeros que cruzaban el desierto entre Chihuahua y Santa Fe, hasta convertirse en una ciudad con pavimentos, tranvías, energía eléctrica y gas entubado. Para llegar a como la vio Samaniego en 1905, tuvieron que pasar tres guerras [contra los Estados Unidos, contra los apaches y contra los franceses], se construyeron los caminos herrados, se sufrió un gran choque cultural por la llegada de miles de inmigrantes a El Paso, que traían otros idiomas, otras religiones y otras maneras de ver la vida: el Paso del Norte se transformó, de ser una pequeña villa agrícola, tuvo que pasar por capital de la república, contenedora de los ímpetus apaches, asilo de comerciantes de todo el mundo y sujeto de todas las crisis económicas, a capital del juego, de la prostitución y del malevaje, sede de contrabandistas, abigeos y asaltantes, pero también residencia de hombres emprendedores que no se escondieron en sus madrigueras al venir los cambios encima, los habitantes fronterizos participaron del cambio y lo dirigieron como mejor pudieron.

    Mariano Samaniego es tan sólo uno de esos hombres que supieron aprovechar las oportunidades que se presentaron, pero allí están también Inocente Ochoa, Espiridión Provencio, Jesús Escobar y Armendáriz, José María Flores, los hermanos Calderón Urrutia y tantos más, conocidos y desconocidos. Pero a Samaniego no sólo le tocó la transformación de la vida de la frontera, fue testigo presencial y actor de la entrada de la sociedad chihuahuense a un periodo de modernización en todos los ámbitos, desde el discurso de la clase política, hasta de la asignación de recursos, de la organización del aparato estatal y de la vida en general; un periodo en el que se pretendía sacar al país de un resumidero al que había caído después de medio siglo de guerras internacionales y conflictos caseros. Las aportaciones del doctor llevaban esa continuidad que le dio lógica a los regímenes locales entre la caída del gobierno impuesto por los imperialistas en 1867, hasta el inicio de la guerra que significó la caída de Porfirio Díaz.

    Esta pequeña introducción a la vida de Samaniego y de la frontera norte chihuahuense, no es más que el principio de una larga investigación que tendrá que ser enfrentada por mucha gente, no es trabajo de uno solo averiguar la vida de los demás, siempre habrá una lista interminable de preguntas a las que debemos buscar su respuesta. Por ejemplo, es necesario cuestionarse sobre cómo fue que gente de la posición de Inocente Ochoa y Mariano Samaniego tuvo participación dentro de los cambios que se fueron sucediendo en la región, de qué manera fueron beneficiados; también se requiere conocer las formas que utilizaron para penetrar en los círculos de inversionistas norteamericanos, que levantaron un gran emporio económico en El Paso a partir de un pequeño rancho en la ribera izquierda del Bravo; bajo qué condiciones lograron entrar o permanecer en estos grupos, cuando la visión general que se tenía de aquel lado sobre éste era el del "Old México", el país rural, tradicional y conservador. A estas preguntas habrá qué añadir que tan tradicionales eran los puntos de vista de Samaniego, Ochoa, Escobar o Calderón dentro de los negocios que emprendían.

    Además, para integrar una visión del conjunto, cabe también preguntarse sobre las diferencias entre los empresarios fronterizos y los del resto del territorio de Chihuahua [Santa Rosalía, Parral, Guerrero o Chihuahua mismo]; hasta qué punto son determinantes las relaciones diarias con los capitalistas de una potencia mundial, como ya se perfilaban los vecinos del norte. Un periodo particularmente importante y del que, coincidentemente, hay menos información sobre don Mariano, es el de la zona libre, un fenómeno económico escasamente trabajado por los investigadores actuales y que causó grandes cambios dentro de la sociedad juarense entre 1884 y 1905.

Mariano Samaniego casó con Carmen Siqueiros Sarvide, hermana de Cruz Siqueiros Sarvide casada con José Tamborrel Piñera.

 




III. Jesús Urueta y Siqueiros

El 9 de Febrero de 1868. Nació en la ciudad de Chihuahua, Jesús Urueta y Siqueiros, quien se distinguió como abogado, poeta, novelista, periodista, político revolucionario y excelente orador, a tal grado que fue bautizado como "El Príncipe de la Palabra". Sería catedrático de la Escuela Nacional Preparatoria y diputado al Congreso de la Unión en el gobierno de Francisco I. Madero; asimismo, Secretario de Relaciones Exteriores del presidente Carranza.

Hijo del Dr. Eduardo Urueta y Refugio Siqueiros Sarvide.

 

 Padre de: 'Chano', Margarita, Cordelia y Teresa Urueta.

 

Vínculo con los Tamborrel: Cruz Siqueiros Sarvide, hermana de su madre, casó con José Tamborrel Piñera.

 



 

IV. José María Pino Suárez

 

(1869-1913)                                      


Abogado, poeta, escritor, nació en 8 de septiembre de 1869 en Tenosique, Tabasco. Al recibirse de la carrera de leyes se trasladó a Yucatán para ejercer ahí su profesión y dirigir el periódico "El Peninsular" que se proclamaba por la clase campesina.

Como miembro del Partido Antirreleccionista, se unió al Presidente don Francisco I. Madero cuando éste pasó por Yucatán haciendo su primera gira.

Pino Suárez organizó grupos leales en Tabasco y Yucatán. Además cuando Madero estuvo preso en San Luís Potosí, Pino Suárez le escribía regularmente informando los progresos revolucionarios en Yucatán y Tabasco.

Cuando Madero se liberó de prisión, asumió la presidencia provisional y conforme al Plan de San Luís nombró a Pino Suárez gobernador de Yucatán, desempeñándose en estos términos del 5 de junio al 8 de agosto de 1911.

Después al constituirse el gabinete en Ciudad Juárez, Madero nombró a Pino Suárez Secretario de Justicia, cargo que llevó hasta el día 13 de noviembre.

Fue en las elecciones ganadas de noviembre de 1911 cuando don José María Pino Suárez llegó a Vicepresidente de la República; cuando el Partido Constitucional Progresista lo había designado candidato en este cargo y como Presidente a don Francisco I. Madero.

Apenas se instaló el nuevo gobierno, los enemigos de éste comenzaron a atacarlo dirigiendo su afrenta principalmente a Madero y a Pino Suárez, quienes tuvieron que renunciar a sus respectivos cargos el día 19 de febrero de 1913 durante la revuelta que dio origen a la Decena Trágica.

Eternamente leal a Madero, Pino Suárez murió también junto a él y por la misma causa. El día 22 de febrero de 1913, los mataron cerca de la Penitenciaría del Distrito Federal, a donde se les trasladaba con el propósito premeditado de asesinarlos en el camino.

En el campo de las letras cabe mencionar que don José María Pino Suárez fue autor de "Melancolías" y de "Procelarias".

Vínculo con Tamborrel: Era primo hermano de Clementina Suárez Vela que casó con José Tamborrel Siqueiros, padres de Josefina, Clementina, Nelly, Emma y José Tamborrel Suárez.

 

 

V. LIC. FELIPE GÓMEZ MONT.
México

 

Licenciado en Derecho por la
Escuela Libre de Derecho.

 

  • TITULAR DE DERECHO PENAL EN LA ESCUELA LIBRE DE DERECHO.
  • MAESTRO FUNDADOR DEL INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS PENALES (INACIPE).
  • MIEMBRO DE LA FEDERACIÓN INTERAMERICANA DE ABOGADOS, DEL COLEGIO DE CRIMINALÍSTICA Y CIENCIAS POLÍTICAS.
  • AUTOR DE DIVERSAS OBRAS EN MATERIA DE DERECHO PENAL, TAL ES EL CASO DE "RESPONSABILIDAD PENAL DE SERVIDORES PÚBLICOS DE LA BANCA", ENTRE OTROS.
  • ACTUALMENTE SE ENCUENTRA PREPARANDO OBRAS COMO "DELITOS BANCARIOS", "CURSO DE DERECHO PROCESAL PENAL", ENTRE OTRAS.
  • ABOGADO POSTULANTE DE DIVERSAS EMPRESAS MEXICANAS Y EXTRANJERAS.
  • DIRECTOR DEL BUFETE GÓMEZ MONT.

 Felipe Gómez Mont fue un político y abogado mexicano, miembro del Partido Acción Nacional. Fue cuatro veces candidato del PAN a diputado federal. Sólo en su primera incursión fue derrotado, en 1949, debido a un supuesto fraude ante Gabriel García Rojas, un expanista postulado por el PRI.

Carrera profesional [editar]

Felipe Gómez Mont militó en la Unión Nacional de Estudiantes Católicas junto con Luis Calderón Vega. Fue abogado egresado de la Escuela Libre de Derecho.

Carrera política [editar]

De las tres veces que ganó la diputación, sólo en dos la ejerció ya que la que obtuvo en 1958, decidió no asumirla por acatar la orden que la dirigencia del PAN dio a los seis legisladores electos para no tomar posesión, en repudio a un supuesto fraude electoral al candidato presidencial Luis H. Álvarez. Gómez Mont, aunque en un principio combatió la decisión de la dirigencia panista presidida por Alfonso Ituarte Servín e incluso propuso la derogación de la misma, finalmente se disciplinó junto a Jaime Haro, quién después sería candidato del Partido Demócrata Mexicano. Ejerció su primera diputación en la XLII Legislatura de México de 1952 a 1955, tras un debate en el Colegio Electoral con Roberto Treviño Martínez, su adversario político. Gómez Mont fue diputado de 1964 a 1966 en la Legislatura que estrenó los diputados de partido y en la que llegó a tener 20 legisladores, como Adolfo Christlieb Ibarrola, Miguel Estrada Iturbide y Juan Landerreche Obregón.

Dejó una dinastía de abogados, en la persona de sus hijos Felipe, José Manuel, Fernando Gómez Mont y Gonzálo, éste último ya falleció y fue socio de un despacho internacional especialista en Derecho Corporativo, mientras que los otros se especializaron en Derecho Penal. Varios de sus nietos continuaron con la tradición dedicándose al litigio penal, entre los que destaca Felipe Gómez Mont Landerreche.

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Vínculo con Tamborrel: Era bisnieto, por parte de su madre, de Francisco Mont (poblano) y Luisa Tamborrel Piñera.